El avance de las tecnologías de comunicación inalámbrica como el Bluetooth, Wi-Fi, 3G/4G/5G; el desarrollo de dispositivos con capacidad de procesamiento y la integración de sensores y actuadores, han posibilitado el desarrollo del Internet de las Cosas o más conocido como IoT, por sus siglas en inglés: the Internet of Things [1]. En su definición más básica, el IoT es conectar “cosas”, dispositivos u objetos al internet [2]. En este artículo se presentará las capacidades que se generan al conectar estas “cosas” al internet, aplicaciones y consideraciones.

Al conectar estos dispositivos al Internet se brinda conexión a una red gigante de dispositivos y computadoras. Esto significa poder enviar y recibir información, en primera instancia ingresada por los usuarios, pero realmente medida de forma automática por una serie de sensores incorporados a estos dispositivos. Uno de los dispositivos IoT por excelencia es el smartphone, que incorpora sensores como cámaras, GPS, sensores de aceleración, orientación, proximidad, pantallas táctiles, lectores biométricos, etc [3]. Otros dispositivos cotidianos son artefactos domésticos como microondas, frigideres, interruptores, cámaras de seguridad y televisores inteligentes, a los cuales se les integra una variedad de sensores y, pantallas y parlantes para visualizar la información proveída [2].

Esta integración permite desarrollar aplicaciones y servicios interconectados. Por ejemplo, si tienes un reloj despertador inteligente (conectado a IoT), configurado en las mañanas para despertarte a las 7 a.m para ir a trabajar y ocurre un imprevisto en el transporte público que usualmente tomas. El reloj inteligente, puede verificar las condiciones del transporte público constantemente y modificar la hora de despertarte para que llegues a tiempo al trabajo [2].

Un ejemplo de aplicación más compleja ocurre en Chongqing, China, en donde 2.6 millones de cámaras están interconectadas, procesando las imágenes con inteligencia artificial para el reconocimiento de rostros y su identificación al evaluarse con bases de datos de criminales. De esta manera se alertan a policías para prevenir el crimen [4].

El desarrollo de tecnologías del internet de las cosas abre un abanico de posibilidades que facilitan tareas cotidianas y al desarrollo de la sociedad. La cantidad de aplicaciones que se pueden desarrollar es bastante amplia y despierta nuevas preguntas en cuanto a la privacidad y los derechos de las personas. Casos como el de Chongqing, han sido duramente criticados por violar derechos internacionales de privacidad. La tecnología continúa avanzando, ¿estamos listos para seguirle el paso?

Fuentes de investigación

Escrito por:

Franco Hidalgo Herencia
Docente investigador de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de la USIL. Doctor en Ingeniería Eléctrica y Electrónica por The University of Western Australia (UWA).