Cuando vamos a escoger una carrera profesional siempre nos embargan distintas preguntas como: ¿De qué trata? ¿qué se hace?, ¿qué necesito saber?, ¿cuánto ganaré?, ¿dónde trabajaré?, etc. 

La ingeniería no ha sido definida satisfactoriamente en una sola frase. En 1820 el arquitecto británico Thomas Tredgold, presidente de la Institución de Ingenieros Civiles (Institution of Civil Engineers), probablemente fue el primero que intentó definirla. Él señaló que la ingeniería es “el arte de dirigir las grandes fuerzas de la naturaleza y usarlas para beneficio del hombre”. En esa época la definición de Tredgold era apropiada, pues el papel de la ciencia y tecnología no estaba consolidado en el quehacer ingenieril. Un siglo después, los ingenieros civiles definieron su profesión como “el arte de la aplicación práctica del conocimiento científico y empírico en el diseño, producción o realización de varios tipos de proyectos constructivos, máquinas y materiales de uso o valor para el hombre”. 

En USIL, la Carrera de Ingeniería Civil presenta un plan de estudios que involucra a todas las áreas de esta noble profesión. Así, los alumnos aprenden a realizar labores que van desde el trabajo topográfico, hasta el diseño de edificaciones e infraestructura como hospitales, o edificios inteligentes hechos de materiales como el acero o el concreto postensado, que involucra consideraciones antisísmicas. Para ello, nuestros alumnos estudian técnicas basadas en los principios de prevención basados en la gestión de riesgos. Otros ámbitos de estudio son la investigación y diseño de obras hidráulicas, de transporte y geotécnicas, cuyo principal valor es aportar a las personas, la sociedad y el país.

No hay mejor definición sobre lo que hace un ingeniero civil que la siguiente frase citada por Hoover (ingeniero estadounidense):

“La ingeniería es una gran profesión. Prepararse para ejercerla implica una formación en las ciencias exactas. Esta formación conduce a una actuación en el marco de la verdad y de la ética. Sería bueno para el mundo que muchos hombres comenzaran su vida con esa formación mental, aunque luego no fueran ingenieros. Pero quien ingresa a la ingeniería y la convierte en la tarea de su vida debe asegurarse que posee imaginación y creatividad; sin ellas la profesión se hunde en el comercio. A diferencia del médico, el ingeniero no ejerce entre los débiles. A diferencia del militar, su propósito no es la destrucción. Los conflictos no son su tarea diaria, como sí lo son para el abogado. Al ingeniero le toca vestir los fríos huesos de la ciencia con vida, seguridad, confort y esperanza para servir a todos los hombres”. 

Luego de leer a Hoover y Tredgold, y revisar la historia de la ingeniería, podemos definir a la ingeniería civil como el arte donde mejoramos el mundo, y buscamos la equidad en el aspecto social, ambiental y cultural. No podemos construir sin evaluar; así como no podemos diseñar sin analizar.  

La situación actual en nuestro país nos obliga no solo a formarnos no solo como ingenieros civiles, sino a cultivar principios, valores, ganas de aportar, cuidar el ambiente, innovar y hacer que todo lo que construyamos sea sustentable y sostenible en el tiempo.

Por eso, si eres creativo, ingenioso, con ganas de innovar, colaborativo y comunicador, ¡estudia ingeniería civil! En USIL vivirás la experiencia de formarte como un profesional competitivo en esta apasionante carrera. 
 

Autora: Ing. Paula Rojas Julián 
Exdirectora de la Carrera de Ingeniería Civil 
projas@usil.edu.pe 

Escrito por:

Paula Rojas Julián
Exdirectora de la carrera de Ingeniería Civil de USIL