Nora Quispe está a punto de tomar una decisión que le cambiará la vida. Es el tipo de decisión de la que no hay retorno y que puede significar un antes y un después. “Puedes postular al intercambio en Barcelona, pero tus notas deben ser altas. No puedes tener un promedio menor a 16”, le dijo el coordinador de su carrera como quien explica las reglas de un juego. Nora aceptó el reto y pasó las siguientes semanas esforzándose para que la EAE Business School de Barcelona la aceptara en su programa de intercambio. Ella intuía que allí estaba su futuro.
 
“En Barcelona no iban a aceptar a cualquier alumno, así que con mucho esfuerzo mantuve notas que me permitieron viajar para hacer el intercambio”, comenta hoy una Nora distinta, nutrida por la valiosa experiencia de estudiar un semestre en la ciudad española. “Fue muy importante para mi esa experiencia, no solo los profesores tenían un gran nivel, también pudimos hacer trabajos de campañas de publicidad para empresas europeas y tomar de referencias nuevas alternativas, ya que en Perú se enfocan casi siempre en las campañas de Estados Unidos”, agrega.
 
En Barcelona Nora cuenta que no solo aprendió ha llevar a cabo campañas de publicidad de una manera muy distinta a la que estaba acostumbrada en Lima, también se dio cuenta de que podía usar las nuevas herramientas adquiridas para emprender un negocio propio. “Luego de graduarme voy a poner mi empresa, creo que es algo para lo que estoy preparada. Mi intercambio gracias a CPEL me ha dado la seguridad y los conocimientos para hacerlo y estoy segura de que lo lograré”, indica.
 
“Hacer el intercambio en la EAE Business School de Barcelona ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. No solo pude conocer una cultura distinta y estudiantes de otras partes del mundo, sino que enriquecí mis conocimientos, adquirí nuevas maneras de enfrentar problemas, conocí profesores espectaculares, diseñé campañas para marcas internacionales y adquirí mayor confianza en mí misma”, sentencia.