Las fiestas navideñas generan todo tipo de sentimientos. La alegría y el entusiasmo son los más comunes en estas fechas; sin embargo, existen otro tipo de emociones que también surgen durante estas fechas: ansiedad y depresión son las más frecuentes, sobre todo ahora que atravesando una temporada difícil como humanidad y seguimos en aislamiento.

Aprender a lidiar con estas emociones contraproducentes no es tarea sencilla. Tenemos que generar actividades que permitan identificarlas y, sobre ello, autorregularnos para promover un estado emocional estable y generar una óptima salud mental en nuestro hogar.

¿Cómo lo hacemos? Ana Lorena Elguera, directora de la carrera de Psicología de USIL, comparte cinco claves:

  • Promovamos el desarrollo de nuestro vocabulario emocional. Identificar nuestras emociones nos permitirá estar en mayor contacto con nosotros mismos y con las personas a nuestro alrededor.

  • No neguemos las emociones. Es necesario brindar un espacio y un tiempo a cada emoción. Si hoy me siento triste, no significa que esa tristeza durará toda la semana o todo el mes, simplemente es necesario aprender a convivir con nuestra tristeza pensando en “un día a la vez”.

  • La mejor herramienta para hacer frente a la ansiedad y a la depresión es el auto diálogo. Es importante estar atento a aquellas ideas que nos gatillan este tipo de emociones y, sobre ello, crear pensamientos saludables y funcionales que nos permitan luchar con aquellas ideas que nos generan tristeza o ansiedad para trabajar con nosotros mismos y superar estas emociones negativas.

  • Aprendamos a tener paciencia y ser misericordiosos con nosotros mismos. Muchas veces justificamos el comportamiento de los demás pensando en las circunstancias difíciles que les ha tocado vivir; sin embargo, es necesario, tener esa misma paciencia y buen trato con nosotros mismos para escucharnos y salir adelante.

  • Buscar ayuda tanto a nivel profesional como social es fundamental. No estamos solos, vivimos en una comunidad, rodeados de nuestra familia y amigos, quienes son nuestro mejor soporte.

Ana Lorena Elguera recuerda que la pandemia no solo deja secuelas en nuestra salud física, sino también en nuestra salud emocional y social. Incluso, muchos han perdido seres queridos producto de la pandemia, por lo que es necesario vivir el duelo y avanzar poco a poco para retomar el cauce natural de nuestra vida cotidiana.

“Amar y ser amado nunca fue tan importante. Podemos hacerlo saber a través de diversas plataformas digitales. La tecnología está a nuestro servicio, utilicémosla para acortar distancia y mantenernos cerca de nuestros seres queridos sin que esto implique ponernos en riesgo”, indica la directora de la carrera de Psicología de USIL.