Descubre cómo una nutrición adecuada mejora la recuperación y calidad de vida en pacientes trasplantados.

Por Vivian Geller 

Docente a tiempo parcial con 22 años de experiencia en pregrado y posgrado. Nutricionista y Magíster en Bioquímica y Nutrición, con 25 años de trayectoria en consultoría nutricional. Asesora en empresas y capacitadora en colegios, certámenes científicos y universidades. Especialista en elaboración de información nutricional para empresas alimentarias y autora de artículos para medios de prensa. 

 

Uno de los pilares fundamentales en el manejo de pacientes con trasplante de órganos es la vigilancia constante de su nutrición. Una alimentación adecuada favorece la recuperación y previene complicaciones, mientras que ayuda a reforzar el sistema inmunológico. 

Alimentación post trasplante: clave para una recuperación segura 

Durante esta etapa, es necesario un mayor consumo de energía y proteínas, además de la restricción de ciertos alimentos que podrían aumentar el riesgo de infecciones u otros problemas de salud. 

Los principios generales de la alimentación tras un trasplante deben centrarse en un equilibrio adecuado de nutrientes, necesarios tanto para reparar tejidos como para fortalecer las defensas del organismo.

Coordinación profesional y plan alimentario individualizado 

Es indispensable consultar siempre con un profesional de la salud. El médico y el nutricionista deben trabajar en conjunto para asegurar que el paciente esté bien compensado. El plan alimenticio debe ser individualizado, adaptado a las necesidades específicas del paciente para garantizar el éxito del trasplante. 

Recomendaciones según el tipo de trasplante 

  • Trasplante de riñón: consumir entre 1.4 y 1.5 g/kg/día de proteína y 30-35 kcal/kg/día durante los primeros 3 meses. Luego, reducir a 1 g/kg/día de proteína. 

  • Trasplante de hígado: limitar alimentos altos en sodio y grasas, especialmente saturadas. 

  • Trasplante de corazón: seguir una dieta saludable con énfasis en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras como carnes blancas y pescados ricos en Omega 3. 

Alimentos recomendados para pacientes trasplantados 

  • Fuentes de proteína: pollo, pavo, pescado, yogurt descremado, huevos, nueces y lácteos bajos en grasa. 

  • Frutas y verduras: variedad amplia, con énfasis en vegetales de hoja verde, frutas frescas y legumbres por su aporte antioxidante, antiinflamatorio, fibra y vitaminas. 

  • Granos integrales: pan, arroz y pasta integrales. 

  • Lácteos bajos en grasa: leche descremada, yogurt descremado y quesos bajos en grasa.

Alimentos que deben limitarse o evitarse 

Es importante restringir alimentos con alto contenido de azúcares, grasas y sodio, ya que pueden desencadenar complicaciones como diarreas, hipercolesterolemia e hipertensión arterial. 

Asimismo, se deben evitar alimentos que puedan ser vectores de bacterias por su alto contenido de agua y por posibles prácticas inadecuadas de higiene, manipulación o almacenamiento. Entre ellos se encuentran las carnes crudas, pescados, mariscos, leche y derivados no pasteurizados. 

El lavado riguroso de manos antes y después de manipular alimentos, así como una cocción completa y una correcta conservación posterior, son prácticas esenciales para minimizar riesgos. 

Una nutrición adecuada para una mejor calidad de vida 

Los cuidados nutricionales después de un trasplante son esenciales para asegurar una recuperación óptima y mejorar la calidad de vida del paciente. Una dieta equilibrada, rica en proteínas y calorías, y baja en grasas, azúcares y sodio, puede marcar la diferencia. Siempre debe ser diseñada por un profesional de la salud con base en las necesidades individuales. 

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Referencias bibliográficas:

  • Ramírez de Diego I, Amorós Miró G, Ferrús Estopà L. La educación sanitaria en el enfermo con trasplante cardíaco. Enf Clin. 1996; 5: 46-51. 
  • Ramírez I, Amorós G. Conocimientos del paciente con trasplante cardíaco tras el alta hospitalaria. Enf Clin. 1996; 6: 63-71. 
  • Casado Dones MJ et al. Intervenciones enfermeras para usuarios con trasplante cardíaco no complicado. Una aproximación desde la perspectiva de V. Henderson. Metas de Enferm. Junio 2001.