La carrera de Nutrición y Dietética de la USIL llevará a cabo el I Congreso Internacional de Nutrición el 23 y 24 de noviembre. Esta primera jornada, única en su tipo, reunirá a expertos nacionales e internacionales, investigadores de primer nivel, representantes de instituciones académicas, organismos de cooperaciones internacionales y organizaciones sostenibles para discutir la situación actual de la nutrición.

Los temas que forman parte de la jornada son nutrición integrativa y funcional, soporte nutricional en el contexto de la pandemia, seguridad alimentaria, nutrición, actividad física e inmunidad, entre otros ejes relevantes. Para aproximarnos al congreso, conversamos con el endocrinólogo y nutricionista Antonio Escribano, autor de varios libros sobre nutrición, investigador de larga trayectoria y director del Área de Salud de la Real Federación Andaluza de Fútbol y de la Unidad de Nutrición, Metabolismo y Composición Corporal de la Real Federación Española de Fútbol.

¿Cuál es el gran aporte de la nutrición en época de pandemia?

Nuestro organismo tiene un sistema de defensa que data de millones de años atrás. No obstante, necesitamos nutrientes que lo potencien como las vitaminas y minerales. Si no ingerimos determinados tipos de alimentos, estamos limitando la actuación del sistema de defensa, desprotegiéndolo. De hecho, se observa que las personas con una evolución negativa de COVID-19 tienen una deficiencia de vitamina D. Su pronóstico de supervivencia es desalentador en comparación a los pacientes que la tienen en suficiente concentración. La vitamina D actúa como una especie de inmuno regulador, algo así como un director de orquesta que controla y regula nuestro sistema defensivo. Si la vitamina D está presente en concentraciones adecuadas, nuestras defensas actúan sincrónicamente y de manera eficaz. Si hay poca presencia de esta, las defensas se debilitan. La vitamina D se obtiene de dos formas: a través de la ingesta de alimentos y por exposición al sol. Entonces, esta se va componiendo. Muchos alimentos que contienen vitamina D, como la leche entera y los frutos secos, han sido retirados de las dietas por el temor de las personas a engordar. Tomar mucho sol no es saludable, pero no hacerlo, por lo menos 20 minutos cuatros veces a la semana, también es contraproducente. Por esos motivos, hay un importante déficit de vitamina D en el mundo.

¿Cómo es la relación entre nutrición, actividad física e inmunidad?

La actividad física tiene dos maneras de llevarse a cabo. La de tipo anaeróbica, como el levantamiento de pesas, disminuye las defensas. En otras palabras, hacer ejercicios de potencia, intensos, de poca duración, pero mucha intensidad es perjudicial porque después de haberlo llevado a cabo durante un tiempo desprotege el sistema inmune. Sin embargo, la actividad discreta, suave, continuada, de carácter aeróbico, eleva nuestro sistema inmunológico. Si hay una buena nutrición y actividad física suave, las defensas se van para arriba. Si la actividad es violenta y desproporcionada, disminuyen. El estrés y la falta de sueño también afectan las defensas. Incluso, el pesimismo también repercute.

¿Comer bien nos hará vivir mejor y más?

Indudablemente. Lo único que introducimos en nuestro organismo es comida. Una persona come, aproximadamente, unos 70 mil kg de comida en su vida. También introducimos agua, cien mil litros anualmente, pero esta sale y entre todos los días. Sin embargo, de los 70 mil kg de comida, 67 mil se quedan en el organismo y llegan hasta el interior del núcleo de la célula e interfieren en el ADN. Así que de cómo sea nuestra alimentación depende nuestra salud, longevidad, estado de ánimo, rendimiento intelectual, todo. Hay que tener en cuenta que el ser humano lleva viviendo 70 u 80 años hace poco tiempo. La edad de supervivencia hace dos o tres siglos era 45 o 50 años. Nunca se ha vivido tanto. Para vivir así hace falta que todo el soporte nutricional sea correcto, sino no es posible prolongar la vida al margen de que los medios sanitarios sean buenos.

¿Qué recomendaciones le puede dar a los futuros nutricionistas en cuanto a los temas en los que deben prepararse más?

Nunca en la historia de la humanidad se ha consumido alimentos con la facilidad que se hace hoy. No obstante, una de cada cinco muertes en el planeta se debe a la mala alimentación, tanto desde punto de vista cuantitativo como cualitativo. Por tanto, la gente debe aprender a comer. Comer es un instinto, pero cuando hay solo un alimento. Nosotros tenemos alrededor de 50 mil opciones de alimento entre los que podemos elegir. Las personas deben aprender a comer no solo porque es rico, sino bueno. Entonces, debemos enseñarle a la gente a elegir sus alimentos y a dosificarlos. Estos dos aspectos son claves en la nutrición. En ese sentido, los nutricionistas tienen una gran labor de enseñanza ahí.

¿Por qué los profesionales de la nutrición deben participar en congresos como este?

Entre nosotros tenemos que contarnos este tipo de cosas, poner sobre la mesa nuestras inquietudes. Creemos que en la nutrición está todo hecho y no es así. Si es la primera causa de mortalidad en el mundo, es porque algo no está yendo bien. Los médicos teníamos la idea de que las enfermedades infecciosas estaban superadas. En Europa nadie se acordaba del cólera ni la malaria. No existía. Todo el interés estaba centrado en enfermedades crónicas. Vino la COVID-19 y en una semana nos volteó la vida. Por eso, es necesario hacer estos congresos, para que la información salga a la luz.

Inscríbete en el I Congreso Internacional de Nutrición:
https://www.usilonlife.com/producto/i-congreso-internacional-de-nutricion/

Sobre la carrera de Nutrición y Dietética
La carrera de Nutrición y Dietética de la USIL prepara líderes capacitados en la promoción y la prevención de la salud a partir de la alimentación y los estilos de vida saludables. Entérate más aquí.