Por María Mercedes Saravia Bartra, Directora de la carrera de Medicina Humana de la USIL

El símbolo del corazón es un signo universal que representa, fundamentalmente, el amor y el afecto entre los seres humanos. Desde la antigüedad (en Egipto y épocas bíblicas) ocupa el centro de la vida espiritual: ama, piensa, decide, proyecta, afirma responsabilidades. Debido a su gran importancia en nuestro cuerpo y vida, debemos cuidar a nuestro corazón.

Precauciones
Quienes no siguen hábitos saludables de vida, sobre todo las personas con hipertensión, diabetes u obesas presentan más riesgo cardiovascular y son más propensos a morir por un infarto.

Desde hace ya varios años, el Día Mundial del Corazón se celebra el 29 de setiembre justamente para promover las medidas preventivas que disminuyan las enfermedades cardiovasculares, sobre todo las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares, que son las principales causas de muerte en todo el mundo. Además, se busca sensibilizar a todos los seres humanos con el mensaje de que los ejercicios son buenos para prevenir las enfermedades cardiacas.

La Federación Mundial del Corazón anualmente organiza, en más de 100 países, eventos para ayudar a tomar consciencia sobre los problemas cardiovasculares y proponen la creación de entornos saludables en todas las sociedades.

En esta pandemia por la COVID-19, los pacientes con enfermedad cardiovascular enfrentan una doble amenaza. Por los riesgos como hipertensión, diabetes y obesidad, están expuestos a sufrir más las consecuencias si la contraen.

¿Cómo podemos cuidar a nuestro querido corazón? Adoptando un estilo de vida saludable: alimentación sana, natural, sin alimentos procesados, con poco consumo de sal, realizando ejercicios físicos (caminar, bailar, realizar las tareas domésticas, todas las actividades ayudan) y evitando el tabaquismo.

Cuidemos a “nuestro corazón, que de él emana la vida”.

Sobre Medicina Humana
La carrera de Medicina Humana de USIL forma líderes del sector salud, médicos empáticos con sensibilidad humana, capaces de asumir los nuevos retos de la medicina del futuro a través de una sólida formación clínica y científica con responsabilidad social. Entérate de más, aquí.