Fue durante el Challenge ClimaTech organizado por USIL Ventures, Probide y USIL Sostenible.
Un invernadero y un biodigestor que utiliza excremento de ganado fueron los proyectos ganadores del primer Challenge ClimaTech para alumnos de la USIL, cuyo reto fue desarrollar nuevas alternativas de abono para un poblado donde se remedian pasivos ambientales producidos por la antigua minería.
Alumnos de diversas carreras de la Universidad San Ignacio de Loyola compitieron en idear soluciones de remediación ambiental en el evento organizado por USIL Ventures, la Asociación Pro Bienestar y Desarrollo (Probide) y la Dirección de Sostenibilidad de la USIL.
Las propuestas de los estudiantes para nuevas alternativas de abono se insertan en el proyecto de remediación de pasivos ambientales que ejecuta la empresa estatal Activos Mineros S.A.C. (Amsac).
El objetivo es recuperar la vegetación en donde ahora está el centro poblado Champamarca, distrito de Simón Bolívar, en Pasco, a 4400 metros de altura. Este poblado alberga a nueve mil habitantes que se dedican al pastoreo de ganado ovejero principalmente.
En esa zona, 69 hectáreas fueron por casi cinco décadas un depósito de 50 millones de toneladas de desmontes de minas a tajo abierto de Cerro de Pasco Copper Corporation y Centromin Perú, que degradaron los ecosistemas de esa zona.
En la actualidad, Amsac desarrolla allí proyectos de remediación en varios aspectos, como explicó su gerente, Ismael Ormeño. Resaltó que el propósito de dicha empresa es “devolver vida al planeta” y se mostró gratamente sorprendido por el nivel de los estudiantes.
Durante el evento, los alumnos participaron en talleres lúdicos y espacios para fomentar networking y acercamiento a mentores, así como a los ejecutivos de la empresa. Luego, los alumnos de la USIL formaron cuatro equipos para idear soluciones viables en pocas horas.
Tras exponer sus propuestas de manera breve y dinámica, y responder las inquietudes de los evaluadores, se declaró ganadores a los grupos que propusieron un invernadero (primer lugar) y un biodigestor que use el excremento del ganado (segundo lugar).
“Esperamos que estos equipos puedan tener mayor interacción con la empresa y que inclusive puedan visitar la zona de remediación ambiental como se ha planteado”, expresó Daniel Diez Canseco Terry, vicepresidente de Emprendimiento de Corporación Educativa USIL.
Innovación abierta y empresa
Explicó que, a fin de acercar a los emprendedores a la empresa, USIL Ventures aplicó la metodología del desafío que se usa al trabajar en innovación abierta.
Durante tres meses, los participantes se familiarizaron con la metodología y resolvieron casos. “Al final, han logrado soluciones muy interesantes a este reto que conocieron el mismo día, con innovación, tecnología y modelos de intervención en comunidades”, detalló.
El vicepresidente de Emprendimiento resaltó que “esto es aprendizaje de gestión de la innovación y se les ha mostrado cómo se trabaja un B2B. Hay que mostrar al sector empresarial que la academia puede ayudar a solucionar sus problemas”.
Por su parte, Galia García-Hjarles, directora de Sostenibilidad, animó a los alumnos a que “sigan involucrándose en innovación, sostenibilidad y solución de problemas. Esta es la primera piedra de algo mucho más grande que están construyendo en sus carreras”.
