La Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), como parte de sus actividades de responsabilidad social, está capacitando a las mujeres de la comunidad shipibo-conibo de Cantagallo a través de talleres relacionados a los modelos de gestión de diseño, que desarrolla la Carrera de Arte y Diseño Empresarial.

El pasado 7 de marzo se realizó el Taller de Capacitación Artística en Caligrafía y Tipografía, la primera de las enseñanzas que recibirán durante todo este año las mujeres de dicha comunidad, con el objetivo de mejorar su producción artesanal, incrementar sus ventas y elevar su calidad de vida.

Conversamos con Olga Osnayo, egresada y profesora de la Carrera de Arte y Diseño Empresarial de la USIL, quien lidera este proyecto.

¿Es el primer taller que se dicta para esta comunidad?
En la USIL es el primero, en Cantagallo venimos dictando desde hace tres años talleres para mejorar las ventas de las artesanías a través del diseño. Hemos ofrecido talleres de composición, de color, de redes sociales, de branding, entre otros.

¿Cómo observa la evolución del aprendizaje durante este tiempo?   
La diferencia entre llevar los talleres en la comunidad y dictarlos acá es que en las aulas se avanza más rápido por temas de infraestructura y herramientas. Asimismo, estas facilidades contribuyen a que pueda evaluarlas y ver su crecimiento real. En Cantagallo, el contexto no era favorable, a veces no había luz, no teníamos los materiales, entonces el proceso de aprendizaje se hacía un poco más lento. 

¿Qué le pareció esta experiencia de ayudar a empoderar a las mujeres de esta comunidad?
Me encanta, de hecho este proyecto nació por mi licenciatura, fue mi proyecto de tesis solo que me enamoré de él tanto que lo continué.
Las artesanas de Cantagallo son mujeres con conocimientos ancestrales, una cultura y una identidad muy rica. Cabe resaltar que ellas están aprendiendo y yo también, se trata de un crecimiento horizontal porque yo no estoy arriba, ni ellas están abajo, estamos en el mismo nivel, solo que yo tengo herramientas que les pueden servir; y por su parte, ellas tienen conocimientos muy interesantes de los que aprendo.


¿Cuál fue el requisito para que ellas pudieran participar de estos talleres?
Hice una medición de las mujeres más participativas y constantes en los cursos que se dictaron en la comunidad, y fueron 22 artesanas las seleccionadas.

¿Cuán importante es el apoyo que está brindando la USIL?
Durante este tiempo el proyecto ha crecido mucho, tenemos el apoyo de la USIL que es sumamente importante. 
Cantagallo se conformó en la última década del siglo XX, estas mujeres llegaron a Lima porque en Ucayali no tenían muchas oportunidades y querían que sus hijos sí las tuviesen, por eso migran, pero nunca imaginaron tocar una universidad, entonces el poder hacerlo hoy despierta en ellas muchas ganas, gran energía y total curiosidad.

Testimonios:

Elita Tello
“El taller me pareció muy interesante. Hemos aprendido sobre la caligrafía. Olguita nos avisó para que pudiéramos venir”.

Lidia Sanancino
“Yo vendo artesanías collares, pulseras, telares, por eso creo que este taller ha sido muy bueno. Estoy aprendiendo mucho y creo que voy a mejorar mi técnica. He venido a todas las clases”.

Nilda Campos
“El taller está muy bueno, me siento alegre, quiero más cursos para aprender y poder practicar”.

Karen Roque
“El taller nos ha enseñado cómo mejorar nuestros diseños. Las mujeres de mi comunidad están aprendiendo algo nuevo, eso me hace feliz”.