Con gran afluencia de alumnos, el jueves 21 de enero, la carrera de Gestión Ambiental Empresarial de la Universidad San Ignacio de Loyola con el apoyo del Grupo GEA, organizó una Conferencia Magistral sobre la COP21.
Con gran afluencia de alumnos, el jueves 21 de enero, la carrera de Gestión Ambiental Empresarial de la Universidad San Ignacio de Loyola con el apoyo del Grupo GEA, organizó una Conferencia Magistral sobre la COP21. Esta actividad tuvo como objetivo que los estudiantes conozcan la importancia de trabajar por acciones que generen el cambio climático y el compromiso de los países por vivir en un planeta menos contaminado.
El evento contó con la presencia de los ingenieros Marcos Alegre Chang y Ana Terrazos, representantes del Centro de Ecoeficiencia y Responsabilidad Social – CER, Grupo GEA, así como de la directora de la carrera de Gestión Ambiental Empresarial, Mag. Mercedes Gómez. Mediante una exposición dinámica el Ing. Marcos Alegre sostuvo que en los últimos 15 años, los efectos del cambio climático se han incrementado a través de la actividad humana, lo que trae consigo mayor contaminación.
Por ello, cada país debe comprometerse a cumplir metas de reducción de carbono. Asimismo, resaltó que la COP21 aprobó 100 mil millones de dólares anuales para la ejecución de proyectos en torno al tema medioambiental. De otro lado, la Ing. Ana Terrazos destacó que las Naciones Unidas ha expresado que si la humanidad sigue consumiendo de manera irresponsable los recursos naturales, para el año 2030 necesitaremos el equivalente de dos planetas para sobrevivir. Entre las metas de la COP21, se ha planteado llegar a cero emisiones netas antes del 2100, a través de medidas de mitigación y adaptación, bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
Otro punto fue el compromiso de los países desarrollados para asistir, en medidas de adaptación, a los países en desarrollo, sin imponerles una carga indebida. Y por último, la promoción global de la investigación y el desarrollo de la tecnología, así como la mejora de las capacidades y tecnologías propias de cada país, entre otros acuerdos.
Cabe destacar que el 2015 fue un año fructífero para el compromiso mundial sobre el acuerdo climático, pues países de todo el mundo se reunieron en diciembre para la toma de decisiones y acciones en sus políticas de Estado para la lucha contra los efectos del cambio climático.