En una emotiva ceremonia virtual, alumnos del ciclo 2021-1 de la carrera de Medicina Humana de la Universidad San Ignacio de Loyola recibieron su bata blanca como símbolo del inicio de su etapa clínica.
La actividad fue presidida por el vicerrector de la USIL, Justo Balmaceda; el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Ricardo Losno; y la directora de la carrera de Medicina Humana, María Mercedes Saravia.
El Dr. Losno resaltó que la ceremonia de investidura es una declaración de la voluntad de vida de los futuros profesionales de la salud, que cobra mayor relevancia por la crisis que se vive debido a la pandemia de la covid-19.
Precisó que al juramento se han incorporado temas relevantes y de actualidad, como el respeto a la humanidad y la autonomía del paciente, dejando de ser una medicina paternalista, que no decide por el paciente, sino que lo acompaña en su decisión.
De igual forma, el vicerrector Balmaceda resaltó el trabajo de los alumnos en este primer año lleno de retos debido a la adaptación a la virtualidad.
“Ustedes se están preparando en una de las profesiones más dignas y extensas que tiene la ciencia humana. Ser médico es impresionante, porque sirve a las personas, por ello es importante que lleven con humildad y respeto estos mandiles blancos que representan la pureza de los médicos para atender a los más necesitados”, les dijo.
La Dra. Saravia destacó la importancia de esta etapa en la carrera, porque pondrán en práctica los conocimientos aprendidos, los cuales son respaldados por laboratorios de vanguardia y de alta gama tecnológica.
“Ponerse el mandil blanco significa pureza, humildad y compromiso, no solo para atender enfermedades, sino también para prevenirlas desde una nutrición completa y equilibrada”.
Como universidad, dijo que existe un compromiso de lograr que la medicina sea aún más humana, con investigación, generando conocimiento y actualización permanente, para que los egresados sean médicos con gran talento, espiritualidad y humanismo, que dejen en alto a su país y a la USIL.
En representación de los alumnos, Antonella Quiroz Macukachi, Anna Magdalena Gawlas, Antonella García Loero y María José Ayllaucan Sánchez agradecieron a sus maestros por enseñarles el valor con la vida humana y manifestaron su compromiso de ejercer con responsabilidad y ética profesional.