Desde 2009, cada 11 de julio se conmemora el "Día del Docente Universitario", reconociendo la importante labor de quienes forman a los futuros profesionales de nuestro país.

Cuando el docente se enfrentó a la pantalla

Escribe: Mg. Victoria Jiménez Chamucero, decana de la Facultad de Educación de la USIL.

El 15 de marzo de 2020, el Perú se detuvo debido a la pandemia de covid-19. El confinamiento obligatorio transformó drásticamente la educación universitaria, trasladando las clases presenciales a salas virtuales.

Fue en ese momento en que los profesores se enfrentaron a un nuevo desafío: la pantalla de la computadora. Un enfrentamiento que duraría semanas de adaptación hasta que, por fin, se logró. Pero este enfrentamiento no sería el único.

La adaptación de una modalidad presencial a una virtual ocasionó una transformación acelerada por aprender sobre los recursos tecnológicos y, sin darse cuenta, replantear los modelos y planes de estudio para los estudiantes.

Cuatro años después, la inteligencia artificial vuelve a poner sobre la marcha la necesaria capacitación de los docentes universitarios para enfrentarse a este nuevo panorama digital.

La integración de la actual tecnología junto con la inteligencia artificial ha producido el surgimiento de nuevas metodologías más personalizadas, como el uso de la realidad aumentada, asistentes educativos y hasta el uso de la gamificación como punto de inflexión entre el aprendizaje y el juego.

Hoy, el catedrático se ha convertido en un facilitador del aprendizaje, donde la tecnología ofrece al estudiante acceso a mucha información, pero requiere la guía del docente para analizar, debatir y entender el tema.

En 2021, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mencionó que las actuales demandas de competencias para un profesor son las competencias digitales avanzadas, el diseño de experiencias de aprendizaje inclusivas, adaptabilidad y flexibilidad, entre otras.

En la actualidad, el catedrático debe tener como base la tecnología, pero no debe dejar de lado la comunicación y participación de los estudiantes. Esto para generar una relación entre alumno y maestro y, a su vez, un aprendizaje mutuo entre ambas partes.

Otro desafío del docente gira en torno a la originalidad de un trabajo presentado por un universitario. Con la llegada de las nuevas tecnologías, el catedrático debe estar al día con los programas de detección de plagio, pero también en aportar nuevos modelos de calificación como la presentación de un producto práctico o un portafolio digital que evidencie el aprendizaje del alumno.

En el marco del Día del Docente Universitario, el maestro debe recordar que la tecnología no es el enemigo de la educación, sino, por el contrario, sirve para acercar más a los alumnos mediante herramientas digitales.

Si hace cuatro años el docente pudo enfrentarse a la pantalla, hoy nuevamente, el profesor puede volver a enfrentarse a cualquier desafío en adelante.