• Formación de recursos humanos ayuda también a reactivar el crecimiento económico, afirma CEO de USIL, Juan Manuel Ostoja.

Articular la educación básica y la superior con la vida laboral para contribuir con la competitividad de las personas, así como flexibilizar y ampliar la oferta educativa presencial y virtual para acelerar el proceso de innovación del país, propuso Juan Manuel Ostoja, CEO de Universidad San Ignacio de Loyola, durante su participación en la CADE Educación 2020.

En el foro “Aprendizaje continuo en los jóvenes y los adultos”, Ostoja señaló que el trabajo articulado entre el Estado y las instituciones privadas ayudarán a asumir el reto de promover la educación continua de las personas para que sean más competitivas y puedan enfrentar las demandas del mercado laboral.

En los últimos diez años, dijo, en nuestro país ha habido un incremento de 35% en las matrículas en el nivel superior, que si bien es alentador está por debajo de los niveles de otros países de la región, como Chile y Colombia, que han superado el 80%.

Este esfuerzo por ofrecer educación de calidad, con inversión en nueva tecnología, añadió, se vería frustrado debido a la pandemia, pues las últimas cifras indican que más de 500 mil jóvenes dejarían de estudiar este año, pasando a incrementar el grupo de los ninis, jóvenes que no estudian ni trabajan.

Frente a esta situación, propuso que el Estado y las universidades privadas trabajen de manera articulada, porque las universidades también se han visto afectadas por la deserción de alumnos y la alta morosidad.

El Estado ha transferido 49’486,800 soles a favor del Minedu, con la finalidad de financiar la ampliación de la oferta de la Beca Continuidad de Estudios de Educación Superior, pero aún es insuficiente. El Estado podría utilizar los aportes de las instituciones privadas para apoyar a los alumnos con más becas de emergencia, añadió.

Con la dación del Decreto Legislativo 1496, que modificó el artículo 47 de la Ley Universitaria, se permite que en pregrado se pueda usar entornos virtuales hasta un 80% y en posgrado 100%, indicó el CEO de USIL; sin embargo, señaló que la actual regulación exige que los alumnos terminen su carrera en cinco años, perjudicando la continuidad de un posgrado o su inserción laboral.

De igual forma, lamentó que el Congreso esté dando normas sin sustento técnico, que lo único que hacen es perjudicar a los jóvenes y podría provocar mayor deserción. Todos estos factores afectan la formación de los jóvenes, el aprendizaje continuo y nuestra competitividad como país, que en este momento es tan necesaria para retomar el crecimiento económico, explicó.

Sobre los retos de la educación virtual, destacó que la Universidad San Ignacio de Loyola cuenta desde hace dos años con el Digital Learning Factory, un laboratorio de producción y generación de contenido digital que le permitió desde el primer día de decretada la cuarentena continuar con el dictado de las clases.

Añadió que la USIL acaba de lanzar un novedoso sistema de educación digital global, USIL Onlife, la más avanzada e innovadora plataforma educativa 100 % virtual con e-commerce del Perú, que se adecúa al estilo de vida, necesidades y espacio de cada usuario, con docente especializados, asesoría personalizada y tecnología de vanguardia.

En la conferencia también participó Alberto Rodríguez, director de Estrategia y Operaciones en Desarrollo Humano del Banco Mundial, quien frente a esta nueva realidad destacó la necesidad de enfocarse en cuatro elementos fundamentales: la persona, la sociedad como ente económico, las empresas donde el individuo trabajará y pondrá en práctica los conocimientos aprendidos y la sociedad en general.

Antes de iniciar la educación superior, sostuvo Rodríguez, en Perú es necesario asegurar que los estudiantes afiancen los conocimientos básicos; y para promover las competencias digitales se debe invertir en conectividad, formar a los maestros en temas digitales, crear incentivos para quienes invierten en laboratorios; además de ser flexibles y tener visión de futuro.

Para Claudia Palacios, HR Executive de IBM Spanish South America, las empresas deben generar un ecosistema que brinde una experiencia irresistible, transparente y ágil, donde los gerentes ofrezcan la oportunidad de ser empleable y el trabajador tenga un compromiso consigo mismo, esté dispuesto a aprender, estudiar y salir de su zona de confort.