Transmisión ocurre a través del consumo de carne poco cocida, leche no pasteurizada de animales infectados, agua y verduras contaminadas.
Un estudio realizado en una comunidad rural de la región Lambayeque reveló que las mujeres embarazadas con infección positiva por Toxoplasma gondii tuvieron una frecuencia mayor de amenaza de aborto.
El Toxoplasma gondii es un protozoo intracelular capaz de infectar una amplia gama de vertebrados de sangre caliente. Su transmisión ocurre a través del consumo de carne poco cocida, leche no pasteurizada de animales infectados, agua y verduras contaminadas, transfusiones de sangre, trasplantes de órganos y transmisión vertical.
Además, en las mujeres embarazadas el T. gondii representa un alto riesgo de complicaciones porque puede atravesar la barrera placentaria e infectar los tejidos embrionarios.
Las complicaciones más graves, como la coriorretinitis, la hidrocefalia, el bajo peso al nacer y las anomalías del sistema nervioso central, se asocian con infecciones durante el primer y segundo trimestre; mientras que la infección durante el tercer trimestre se asocia con complicaciones congénitas tardías y retraso en el desarrollo.
Frente a este problema de salud pública, investigadores de las universidades San Ignacio de Loyola, Federico Villarreal y César Vallejo, y del Hospital Regional de Lambayeque realizaron el estudio, “Infección por Toxoplasma gondii y amenaza de aborto en mujeres del norte del Perú”.
Para ello, evaluaron a 218 mujeres embarazadas que fueron atendidas en los Servicios de Obstetricia y Ginecología del Hospital Regional Lambayeque de julio de 2016 a junio de 2017 y mujeres embarazadas residentes en el distrito de Mórrope, Lambayeque.
Del total de mujeres embarazadas evaluadas, el 35.8 % presentó serología positiva para T. gondii; siendo la mayoría de las participantes de áreas rurales (56 %) con una edad media de 26,4 años.
La frecuencia de amenazas de aborto en mujeres embarazadas de zonas urbanas fue un 13 % mayor que en las que vivían en zonas rurales (23.1 % vs. 10.1 %).
El estudio también señala que el 22.9 % de las mujeres embarazadas reportaron antecedentes de amenaza de aborto y solo el 37.6 % informó haber consumido agua potable, mientras que la mayoría (89.9 %) informó haber consumido verduras crudas.
Los investigadores también encontraron que las mujeres embarazadas con antecedentes de amenaza de aborto tenían un 25.1 % más de probabilidades de tener una amenaza de aborto en su embarazo actual en comparación con las mujeres sin tales antecedentes (34.2 % frente a 9.1 %).
De igual forma, las embarazadas con antecedentes de infección del tracto urinario en el embarazo actual tuvieron una frecuencia de amenaza de aborto un 18.8 % mayor en comparación con las que no tenían esos antecedentes (30 % frente a 11.2 %).
También se observó que por cada año adicional de edad la frecuencia de amenaza de aborto disminuía un 9 %. Además, las mujeres embarazadas con una historia previa de amenaza de aborto tenían 4,22 veces más probabilidades de sufrir una amenaza de aborto.
El dato:
En mujeres embarazadas, la seroprevalencia de T. gondii en Europa se reporta entre 9 % y 48.7 %, mientras que en América del Sur oscila entre 38 % y 77.5 %. En Perú, se ha reportado una seroprevalencia del 39 %.