El tubérculo andino se destaca por su valor nutricional, beneficios terapéuticos y creciente demanda internacional.
Presente en desayunos callejeros, mercados populares y menús de restaurantes, la maca se ha convertido en un ingrediente habitual en la dieta de los peruanos. Sin embargo, pocos conocen su origen milenario y su creciente reconocimiento a nivel global.
Este tubérculo, conocido científicamente como Lepidium peruvianum, comenzó a cultivarse hace más de dos mil años en la meseta del Bombón, en Junín, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar.
Hoy, se produce también en Ayacucho, Huancavelica y Huánuco. Y mientras gana terreno en las mesas del mundo, la demanda por sus propiedades nutricionales y terapéuticas no deja de crecer.
Según la Asociación de Exportadores (Adex), el consumo mundial de maca crecerá a una tasa promedio anual de 3.7 % hasta 2030.
La maca no es una sola. Existen al menos 14 variedades, cada una con propiedades y beneficios únicos, según diversas investigaciones científicas.
Para la bióloga e investigadora Carla González Arimborgo, hay dos tipos que deberían estar en toda dieta: la maca negra y la roja.
Maca negra: energía, memoria y vitalidad
Cultivada en los Andes centrales, la maca negra es conocida por potenciar la fertilidad masculina, ya que favorece la espermatogénesis y mejora la función testicular sin alterar los niveles de andrógenos y testosterona.
También contribuye a mejorar la memoria y el aprendizaje, incrementa la energía y resistencia física, regula el sueño y la presión sanguínea. Además, tiene efectos antioxidantes y antiestrés, y ayuda a mantener estables los niveles de glicemia.
La especialista explicó que las propiedades de la maca varían según su presentación. Indicó, por ejemplo, que la harina de maca posee un alto contenido de carbohidratos, pero un bajo valor nutricional.
Un estudio con ratones demostró que el consumo de maca negra mejoró el aprendizaje y la memoria durante pruebas de ejercicio.
Maca roja: salud ósea y bienestar femenino
La variante roja tiene efectos positivos en la fertilidad femenina y el sistema inmune. También ayuda a prevenir y tratar la osteoporosis, la hiperplasia prostática benigna y acelera la cicatrización de heridas.
González Arimborgo destaca, además, su impacto psicológico: “Mejora el ánimo, reduce la ansiedad, eleva la energía mental y alivia síntomas de la menopausia”.
Un estudio publicado por la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública halló que roedores ovariectomizados tratados con maca roja aumentaron sus niveles de estrógenos, lo que abre la puerta a nuevas investigaciones sobre tratamientos alternativos para enfermedades como la osteoporosis.
Todos estos hallazgos fueron presentados en la conferencia “Maca, propiedades biológicas y funcionales”, organizada por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Ignacio de Loyola.
El evento forma parte de un ciclo de charlas que busca poner en valor el trabajo de investigadores peruanos y promover el conocimiento de los recursos naturales del país.
