El decano de Arquitectura de la USIL propone una estrategia de gobernanza territorial que aprovecha la posición estratégica del Perú en la cuenca del Pacífico.
El Arq. Miguel Romero Sotelo, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad San Ignacio de Loyola, presentó una propuesta innovadora de gobernanza territorial con visión global durante el foro "Nuevos motores de crecimiento para el desarrollo futuro del país".
El evento, organizado por el Comité Ejecutivo Departamental del Instituto de Prospectiva y Desarrollo Estratégico del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú, abordó las oportunidades y desafíos para el crecimiento del país.
Romero Sotelo enfatizó la importancia de aprovechar la posición estratégica del Perú en la cuenca del Pacífico, donde se concentra el 40 % de la población mundial, el 60 % del PBI global y el 47 % del comercio internacional.
Su propuesta se basa en tres componentes fundamentales: sociedad, territorio y legislación territorial, destacando la necesidad de un ordenamiento territorial planificado, formal y sostenible.
El decano de la USIL subrayó la urgencia de mejorar y ampliar la infraestructura vial nacional para conectar las regiones productivas del país, impulsando así el desarrollo local y la calidad de vida de los ciudadanos.
Además, planteó su visión de un Perú bioceánico, proponiendo la interconexión con Brasil para unir el Pacífico con el Atlántico y aprovechar el potencial del megapuerto de Chancay en el impulso de las exportaciones.
Por su parte, el Ing. Roque Benavides Ganoza, presidente del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú, enfatizó que los ingenieros deben actuar como agentes de cambio, contribuyendo al desarrollo sostenible y al bienestar social desde sus diversas especialidades.
Destacó la creciente demanda de ingenieros especializados en áreas como inteligencia artificial, energías renovables, ciberseguridad y robótica.
Ante este panorama, instó a las universidades a ofrecer una formación rigurosa, actualizada y adaptable a los rápidos cambios tecnológicos y sociales que caracterizan el mundo actual.
Benavides hizo hincapié en la necesidad de que los nuevos profesionales desarrollen competencias tecnológicas, una cultura de innovación, habilidades de trabajo en equipo, comunicación y liderazgo, así como ampliar sus redes de contactos y dominio de idiomas.
"La clave está en mantenerse en constante capacitación para integrarse a los cambios", afirmó el ingeniero.
El presidente del Consejo Departamental de Lima del CIP concluyó resaltando el papel dual de la ingeniería como generadora de ciencia y promotora del desarrollo sostenible.
"La innovación es el principal factor de crecimiento económico y promotor de la competitividad en el mundo", sostuvo Benavides, subrayando la importancia de la investigación aplicada y el trabajo interdisciplinario en el campo de la ingeniería.