La Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad San Ignacio de Loyola y Cáritas Lima culminaron con éxito el Programa de Economías Solidarias (PES), una iniciativa destinada a promover estrategias para generar empleos decentes y oportunidades comerciales dirigidas a la población en situación de vulnerabilidad social de la jurisdicción de la Arquidiócesis de Lima.
El Programa de Economías Solidarias, organizado por ambas instituciones, se basa en alianzas estratégicas con instituciones educativas para fomentar en los emprendedores el fortalecimiento de capacidades y habilidades necesarias para establecer emprendimientos sostenibles con impacto social y ambiental. Además, proporciona espacios alternativos de comercialización para impulsar la venta de sus productos.
Las capacitaciones, que abarcaron un total de 10 horas, fueron impartidas por destacados docentes de diversas carreras de la Facultad de Ciencias Empresariales, entre ellos Fany Rojas Noa (Administración), Rafael Castillo Sáenz (International Business), Salvador Mónaca Ormeño (Administración y Finanzas), Mario Alonso Gallo Medina (Marketing) y Carlos González Taranco (Economía).
En esta edición del PES, participaron 44 personas, el 90 % de ellas mujeres entre 35 y 59 años, todas jefas de familia, quienes expresaron la necesidad de fortalecer nuevas capacidades.
Durante las sesiones de capacitación, se abordaron temas relevantes para los emprendedores, como el ABC de la importación y la exportación, la gestión básica de redes sociales para emprendimientos, la importancia de la contabilidad para medir los resultados de un negocio, técnicas para calcular el capital de trabajo y economía para microempresarios.
En la ceremonia de clausura, se enfatizó en que el emprendedor debe estar atento a las nuevas necesidades del mercado y tener la capacidad de ser creativo, innovador y adaptarse para alcanzar el éxito.
Galia García-Hjarles Villanueva, directora de Sostenibilidad de la USIL, destacó que la alianza entre la universidad y Cáritas tiene varios años y ha evolucionado gradualmente de acuerdo con las necesidades de los beneficiarios de ambas instituciones.
En ese sentido, la directora subrayó que el programa tiene una relevancia crucial en la economía peruana y en el desarrollo de emprendedores, contribuyendo a la formación de individuos con una perspectiva sólida y sostenible, además de promover la formalidad.
Agregó que fomentar el emprendimiento en jóvenes y alumnos es esencial porque les brinda la capacidad de comprender que no todos los fracasos son negativos y que cada fracaso conlleva aprendizajes que contribuyen a mejorar.
Destacó que la capacidad de emprendimiento es valiosa tanto para aquellos que desean iniciar su propia empresa como para quienes trabajan dentro de una organización.
Por su parte, Jorge Cardich Pulgar, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales, reiteró el compromiso de la institución con la formación de emprendedores, no solo a nivel de pregrado, sino también en áreas que impactan directamente en el desarrollo de la sociedad.
Asimismo, destacó la importancia de brindar herramientas y motivación a aquellos que buscan emprender, no solo transmitiendo conocimientos, sino también fortaleciendo el carácter del emprendedor para enfrentar los desafíos del mercado.