Incentivar consumo de papa, quinua y algas, plantea ingeniero agrícola.
Aprovechar nuestra biodiversidad para no depender de alimentos commodities como el trigo y desarrollar nuevos alimentos saludables a partir de nuestras propias materias primas para hacer frente a la anunciada crisis alimentaria mundial, propuso el Dr. Ing. Luis Olivera Montenegro, director de Ingeniería Agroindustrial e Ingeniería de Industrias Alimentarias de la Universidad San Ignacio de Loyola.
Para el Ing. Olivera, la situación del agro nacional cada día se está volviendo más compleja debido, entre otros factores, a la paralización de las importaciones de urea proveniente de Rusia por el conflicto con Ucrania.
“El precio de la urea pasó de 65 a 270 soles el saco. Este aumento pondría en riesgo la campaña agrícola 2022-2023, con un déficit de 180 mil toneladas de urea, siendo los cultivos más afectados el arroz, el maíz y la papa”.
En tal sentido, recomendó apoyar la producción de alimentos peruanos biodiversos como la quinua, la papa para producir harina y las algas para obtener proteínas.
Asimismo, planteó acciones para reducir el impacto en seguridad alimentaria que se viene como, por ejemplo, asegurar compras directas con países productores, subsidios a los agricultores para la compra de fertilizantes y la búsqueda de materias primas renovables para la futura industria de la urea verde.
Como se sabe, en nuestro país, el arroz es el tercer alimento más consumido después del pan y la leche; además, los altos precios de los fertilizantes desalientan a los agricultores peruanos a seguir sembrando, porque vienen descapitalizados del año anterior.
También sostuvo que la construcción de una planta petroquímica ayudaría mucho para evitar la dependencia de las importaciones; sin embargo, precisó que, según los especialistas, esta tardaría entre dos a cuatro años en construirse.
En la distribución de alimentos, señaló que en el mundo cerca del 40% de alimentos se pierden por la falta de tecnologías de poscosecha, las cuales deberían aplicarse en toda la cadena agroalimentaria para aprovechar al máximo los alimentos que producimos y asegurar un autoabastecimiento.
El dato:
Datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) indican que el cultivo de arroz cayó en -47.2 %, el tomate en -29.1 %, la zanahoria en -3.6 % y la cebolla en -31.5 %.