La iniciativa solidaria Respira Perú, integrada por la Conferencia Episcopal Peruana, la Sociedad Nacional de Industrias y la Universidad San Ignacio de Loyola, entregó esta mañana una planta con capacidad de producir 140 metros cúbicos de oxígeno medicinal por hora al Hospital Nacional Arzobispo Loayza.

La planta, cedida en uso por la Compañía de Minas Buenaventura, fue transportada por el Ejército del Perú desde la mina Uchucchacua, ubicada en la provincia limeña de Oyón, hasta el fuerte Hoyos Rubio, para luego ser llevada hasta el hospital Loayza. 

Para su traslado, la Primera Brigada Multipropósito movilizó a 16 efectivos del Batallón de Ingeniería N.° 21 y un convoy conformado por dos plataformas, tres volquetes y una camioneta 4x4, esta última con la señalización de “carga ancha”.

Al recibir la planta, el director del hospital, Juan Velasco Guerrero, explicó que esta será conectada al sistema de abastecimiento del hospital, que cuenta con 210 camas para atender pacientes con covid-19; sin embargo, precisó que aún es insuficiente para atender la creciente demanda diaria.

A nombre de Respira Perú, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, agradeció la donación de la empresa Buenaventura, la cual colabora en disminuir el déficit de oxígeno en el país.

En otro momento, enfatizó que colaborar con la iniciativa humanitaria Respira Perú “va más allá de un aporte económico, pues significa dar algo que es humano y espiritual".

No obstante, agregó, que todo lo que se hace no alcanza para resolver el problema, por lo que hizo un llamado al Estado “para continuar trabajando de manera conjunta, porque la vida está primero y es responsabilidad de todos apoyar a salvarla”.

Recordó que la colaboración de las empresas y ciudadanos ha permitido en este tiempo apoyar al Estado con 14 plantas de oxígeno, 3840 respiradores mecánicos, 3 Centros de Atención Temporal de Oxigenación, así como con materiales e insumos médicos. 

También en representación de Respira Perú, el presidente de la SNI, Ricardo Márquez Flores, señaló que las donaciones realizadas por este colectivo solidario son resultado de la unión de la sociedad civil: ciudadanía, iglesia, academia y sector privado. 

Asimismo, comentó que los empresarios peruanos han fabricado plantas de oxígeno medicinal para apoyar en la lucha contra la pandemia, por lo que se sienten orgullosos de poder ayudar a la población que sufre a causa de este virus. “El sector privado está comprometido en ayudar. Recibimos continuamente llamadas de empresarios preocupados por colaborar”, agregó.

Como representante de la Compañía de Minas Buenaventura, el presidente del directorio, Roque Benavides Ganoza, felicitó al personal médico y administrativo del hospital por dar la cara para enfrentar la pandemia e indicó que esta donación ha sido posible gracias al trabajo articulado entre la empresa privada y el Ejército peruano.

En la ceremonia también participó el general de Brigada del EP Carlos Bojórquez Quiñones; el secretario adjunto de la Conferencia Episcopal Peruana, padre Guillermo Inca Pereda; y personal asistencial del hospital.