Los negocios siempre van de la mano de la coyuntura económica que atraviesa un país, pues estos dependen de este panorama para realizar cambios estratégicos, estructurales y financieras, tanto dentro y fuera, de una organización. A veces el camino se torna incierto y necesitan soluciones a largo plazo, realizando así acciones más complejas y/o fortuitas.

¿Es entonces la crisis un generador de oportunidades o un espejo para revelar nuestras falencias? Es sobre todo, en los tiempos difíciles que esta pregunta obliga a las organizaciones a revisar sus modelos de negocios para resolver este tipo de problemáticas. La acertada toma de decisiones, en estos casos, es casi una obligación que permitirá a la empresa seguir vigente en el mercado.

Diagnosticar la situación y tener en cuenta las consecuencias financieras son los primeros pasos a seguir, antes de proponer soluciones en el negocio y brindar una nueva estrategia empresarial. Es entendible que los inversionistas tengan temor y se muden a otros mercados mientras el panorama mejora. Los ejecutivos tienen la tarea de replantear el plan de negocio, para estar nuevamente sobre la marcha. ¿Reducir, eliminar o cambiar? He ahí el dilema. Se tendrán más detalles del tema en el curso que brindará el Doctor en Ciencias Empresariales, Pol Santandreu, en el marco de la Semana Internacional de la Escuela de Postgrado de la Universidad San Ignacio de Loyola.