La Facultad de Arquitectura de la USIL llevará a cabo el I Congreso de Arquitectura, Urbanismo y Territorio el 9 y 10 de diciembre. El evento, cuyo fondo será analizar la ciudad en torno a las tres dimensiones de la arquitectura, tendrá como expositores a renombrados profesionales de distintas partes del mundo y de nuestro país. También se discutirá sobre megaproyectos y viviendas, y territorio y sostenibilidad.

Luis Tagle, director de la Dirección de Urbanismo y Desarrollo Urbano de la Dirección General de Políticas y Regulación en Vivienda y Urbanismo del Ministerio de Vivienda, será uno de los ponentes de la jornada. Con él conversamos de las estrategias que hay que implementar para recuperar la ciudad. Además, comparte un importante mensaje a los futuros arquitectos.

¿Cómo se vinculan la arquitectura, el urbanismo y el territorio para el desarrollo de las ciudades?

La arquitectura tiene esas tres dimensiones que mencionas. El concepto que normalmente se tiene de ella es que responde a un tema formal, como equipamiento e instalación, pero no tiene en cuenta que se da dentro de un marco. La arquitectura se inserta en la ciudad y tiene que responder a sus códigos para que defina perfiles urbanos y tenga una consecuencia con su funcionalidad. Es así como se vinculan esas tres dimensiones.

¿Cuál es su análisis de la ciudad en relación con estos componentes?

Uno de los grandes problemas que tiene Lima es que, a pesar de tener planes de desarrollo metropolitano, no han sido actualizados y se encuentran en proceso de hacerse. Lima es una ciudad a la que nunca se ha gestionado y en eso hay que ser enfático. Suele ocurrir que las ciudades cuentan con planes de desarrollo, pero no se hace gestión del plano y eso ha traído consigo que la ciudad crezca por invasión, no por planificación, o por la inversión de grandes inmobiliarias, que, si bien tienen ojo para establecer por donde debe ir la ciudad, no coinciden con lo planificado. Tenemos una ciudad que ha crecido con desorden, informalidad, con ocupación inapropiada de territorios que son de riesgo, debido a los fenómenos naturales a los que estamos expuestos. A pesar de saberlo, las personas se ubican en donde sea y, luego, el Estado tiene que pagar las consecuencias para el tema de la mitigación, reubicación, que muchas veces no son aceptadas por los pobladores. Es una situación que se agrava año a año. No olvidemos que el 70 % de las construcciones en Lima son informales. Se construye sin licencias, sin acompañamiento técnico. Entonces, toda la ciudad se torna un peligro.

¿Qué deben hacer los arquitectos para revertir esa situación?

Una de las cosas importantes que está haciendo la USIL, por ejemplo, es instruir a los futuros profesionales en estas tres dimensiones de la arquitectura. Por lo general, la carrera se imparte de la forma tradicional, enfocada en el diseño, sin pensar ni evaluar sus entornos, la conectividad y los territorios. En la USIL, sí se estudian estas dimensiones, por lo que el profesional que egresa tiene en la cabeza que, primero, tiene que pensar en la conectividad territorial para saber qué rol juega la ciudad en este gran contexto e, igualmente, cuál es la vocación que tiene. Hoy, podemos pasar tres horas diarias transportándonos. Las entidades tratan de resolver las prioridades de su sector sin pensar en la ciudad. Aparece el sistema y, sin embargo, no toma en cuenta los usos de la urbe, su zonificación y requerimientos. El adecuamiento a ella viene después. Eso es un error y representa uno de los grandes problemas que sufrimos. Si bien es cierto que la ciudad la gestiona la Municipalidad, la tenemos que ayudar no solo en la normatividad sino también en la gestión.

¿Cómo debemos mirar a la urbe para modificar estas deficiencias?

Tenemos que esmerar la planificación de la ciudad para que tenga un todo. Hoy se habla de la ciudad industrial, ¿por qué? No solo hay que pensar en la sostenibilidad de la arquitectura o del equipamiento, sino en la sostenibilidad de la urbe en sí y esta solo se puede mantener con actividad económica. Si no hay actividad, es una ciudad dormitorio y eso es lo que no debemos generar. Queremos ciudades que tengan todos sus componentes para que las personas se muevan dentro de un determinado espacio y pueda interconectarse rápidamente si el habitante necesita trasladarse, considerando los tiempos de ocio que necesitamos para vivir.

¿Qué recomendaciones daría a los estudiantes de la carrera de Arquitectura en relación con lo que hemos conversado?

Como docente, mi recomendación es que tengan esa visión integral en sus concepciones, que no piensen en la arquitectura como algo estrictamente formal, sino que miren el territorio para la conectividad, que miren la ciudad para generar perfiles urbanos. Tenemos una ciudad tan terrible, sin ese lenguaje. Por otro lado, se tiene la concepción del arquitecto como estrella del proyecto cuando no debe ser así. Este debe aprender observar su contexto y entorno. Debe adaptarse a este, modificar lo que deba, pero su objetivo es ir adaptando para generar ciudad. También es importante que se inserten en el servicio público. Yo trabajo para el Estado y es la única forma en que uno puede desarrollar estos grandes cambios. Sobre todo, haces patria y logras que las personas vivan felices. El objetivo de nuestra carrera es trabajar para el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra población.

Inscríbete en el I Congreso de Arquitectura, Urbanismo y Territorio ingresando a este enlace: https://www.usilonlife.com/producto/i-congreso-de-arquitectura-urbanismo-y-territorio/

Sobre Arquitectura
La carrera de Arquitectura, Urbanismo y Territorio de la USIL forma líderes que impacten en la vida de las personas a través de proyectos innovadores que integren el manejo del espacio arquitectónico, urbano y local para impulsar el desarrollo del país. Entérate más aquí.