Por Candy Ariza, egresada y titulada de la carrera de Psicología de la USIL. Asistente de Recursos Humanos en Dazzler by Wyndham Perú, con experiencia e interés en áreas de psicología organizacional, procesos ágiles, e-learning, orientación y consejería, entrenadora de desarrollo personal, neuropsicología, capacitación e investigación.
Actualmente se ha normalizado el hecho de ver noticias sobre muertos, infectados, desempleos, divorcios, entre otras noticias como consecuencia de la COVID-19. En los medios de comunicación te encuentras con infinidad de información que genera miedo, temor, desesperanza, tristeza e incertidumbre que aumentan los niveles de estrés, ansiedad, depresión (WHO, 2020), lo cual, probablemente, antes de esta crisis no imaginabas vivir o sentir porque estabas en un trabajo seguro, tenías un negocio en crecimiento, estabas cursando un postgrado, tenías planes de realizar un viaje, casarte u otras metas personales o profesionales.
Por otro lado, no te imaginabas que, a pesar de la crisis y gracias a la tecnología, se podía tener flexibilidad de horarios laborales, hacerlo todo desde casa, pero de sobremanera, y que desde el redescubrimiento de tus fortalezas y debilidades marcarías la diferencia tomando el control de tu vida en medio de una pandemia. Pensar y actuar desde nuestra vulnerabilidad nos ayuda a obtener mejoras constantes sobre nosotros mismos, establecer relaciones más fuertes y retarnos constantemente.
Por ejemplo, una persona que era escéptica a la tecnología, jamás se hubiera imaginado contactarse con sus seres queridos, amigos, pareja desde un celular y sentirlos cerca. Otra persona que creía que no era buena en la cocina, hoy hasta vende postres por delivery. Una empresa que se rehusaba al trabajo remoto hoy observa mejoras en procesos y colaboradores orientados a resultados. O aquellas personas que estaban seguras de que no podrían lidiar ni reconciliarse con su soledad, hoy se sienten tranquilas y trabajan en dirección a un amor propio.
Quizá durante un largo tiempo sentiste que trabajabas mucho en algo sin conseguir resultados y atribuías excusas a cosas externas. Sin embargo, hoy tienes la capacidad de avanzar y encontrar bienestar que te conlleva a ser feliz. Te mostraré algunas herramientas que te ayudarán a seguir trabajando desde tu vulnerabilidad para llegar a encontrar la felicidad y el equilibrio interior que estás buscando:
- Gratitud. Coge un papel y escribe todo lo que posees, empieza por agradecer, habla de aquellas buenas acciones que realizaste, deja de compararte con personas que tienen mayores logros que tú y céntrate en lo que realmente importa.
- Socializar. Toma un espacio entre todas tus actividades del día, escribe o llama a un familiar, amigo o pareja para hablar de cualquier tema, solamente decirle lo que sientes o los buenos deseos que tienes para esa persona.
- Pensar en los demás. Sé altruista a lo largo de tu vida, principalmente hoy realiza una buena acción por otra persona o envíale un mensaje de esperanza en vez de dártelo a ti.
- Ejercítate. Comienza con caminatas cortas y poco a poco añade ejercicios de rutina. Asimismo, complementa tus actividades con comida saludable y adecuadas horas de sueño.
Finalmente, recuerda que somos seres aprendices, conócete desde tu vulnerabilidad, céntrate en lo positivo y sé realista ante una situación, gestiona tus emociones, sé resiliente y altruista. Estas pautas sumarán para mantener un equilibrio en tu vida, encaminándote a ser feliz en el aquí y ahora.
Sobre Psicología
La carrera de Psicología de la USIL forma profesionales orientados al servicio, empáticos y expertos en la comprensión del comportamiento humano, buscando optimizar el desarrollo personal de la comunidad con un sentido ético y crítico. Entérate más aquí.