Existen muchos beneficios para la futura profesional en educación inicial que tenga la oportunidad de vivir una experiencia en el extranjero y estudiar fuera del país, como: comparar perfiles de egreso, ámbitos laborales, planes de estudio, práctica de otro idioma, acceder a un nuevo y probablemente mejor sistema académico y educativo, además de la maduración personal y profesional que implica estar lejos del hogar y del país de origen, expandir su red de contactos, etc.

Asimismo es provechoso vincularse directamente con otros espacios, ya sean físicos o virtuales de otros países para observar, comparar e introducir en su práctica docente estrategias, modelos pedagógicos, enfoques, experiencias, materiales didácticos, desarrollar su creatividad, intercambiar ideas y actividades que luego enriquecerán la práctica docente en su país.

Es valioso visitar entornos diferentes, enriquecidos, organizados y distribuidos de manera diferente, el conocimiento y la práctica con niños de otros países enriquecería el desenvolvimiento la expresividad, le proveerá de estrategias innovadoras en el trato al niño, secuencias horarias, rutinas diferentes, y un sinfín de actividades nuevas que le permitirán darse cuenta de la importancia del contexto social, político, educativo y familiar para determinar el tipo de planificación y adecuarla al contexto del niño, de igual forma, podrán programar diferentes actividades a futuro producto de sus nuevos conocimientos, experiencias y vivencias.

Como hemos visto, la experiencia internacional enriquece y fortalece la formación de la estudiante del nivel inicial en todos sus aspectos, personal, social, cultural, educativo y profesional.

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