Quisiera comenzar este artículo realizando la siguiente pregunta: ¿Sólo las mujeres pueden ser profesoras de Educación Inicial? De hecho, esta pregunta me la hice por primera vez cuando elegí esta profesión y durante los 5 años de estudios de Pregrado que realicé nunca tuve como compañero de aula a ningún hombre en alguno de los muchos cursos que llevé. Hoy, al hacerme nuevamente la misma pregunta, decidí entrar a las páginas web de distintos colegios y nidos de Lima y en todos presentan fotos hermosas de los niños acompañados solo por sus maestras mujeres.
Obviamente, esto me llevó a realizarme las siguientes preguntas: ¿Ésta es una profesión que solo debe ser ejercida por mujeres?, ¿La figura masculina en estas edades no es tan importante como la femenina?, ¿Existe algún tipo de discriminación o prejuicio hacia el hombre? ¿Los padres de familia estarían dispuestos a aceptar para sus hijos a un profesor varón para estas edades?
Como tenía que procurar dar respuesta a estas desafiantes preguntas, decidí investigar más a fondo y descubrí que en el Perú esta situación se observa claramente, ya que, según la información de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2016, se aprecia que casi la totalidad de los profesores de educación inicial son mujeres (99,1%). Por otro lado, como lo mencionan Joseph y Wright (2016), en el caso de Chile, la educación en el nivel inicial presenta como dato que, el 99,5% de los maestros está conformado por mujeres y solo existe un 0,5% de docentes varones. Asimismo, en Australia solamente alrededor del 2% de los varones forman parte de la profesión de la primera infancia. Del mismo modo, en Nueva Zelanda, se presenta la misma situación, dado que, menos del 1% de los docentes son hombres.
Esto se debe a la idea de que sólo las mujeres pueden cumplir este rol, así como la presión social y los prejuicios de los padres que impiden la presencia de maestros varones o hacen que esta sea casi inexistente. Pero todo esto resulta bastante contradictorio, sobre todo cuando nos referimos a la educación que nuestros niños deben recibir, pues de inmediato lo relacionamos con una educación que debe sustentarse en valores de equidad y respeto, resaltando sobre todo el valor de la persona desde su rol y propósito. Sin embargo, no les ofrecemos de manera tangible este mensaje, ya que, en la práctica, los profesores de pre escolar son mayoritariamente mujeres, y muy probablemente porque hay una influencia social y cultural que relacionan el rol maternal de la mujer como prioridad en el primer contacto educativo que deben recibir los niños al iniciar su educación.
Debemos también considerar que los niños de estas edades se desenvuelven básicamente en dos contextos: el familiar y el escolar. En el contexto familiar, se relacionan de manera natural, con adultos varones y mujeres, cosa que no se observa, de la misma forma, en el contexto escolar, por lo que sería positivo que puedan contar también con estas experiencias en sus centros de estudios, pues, tanto la figura masculina como la femenina son y serán parte de su cotidianeidad y de su formación como personas, considerando además que, en algunos contextos familiares, al faltar alguna de estas figuras, podría ser compensada de alguna forma desde la escuela, fortaleciendo así en ellos su autoestima y seguridad, además de que los niños se podrían desarrollar en un ambiente donde verían de manera natural que tanto hombres como mujeres pueden compartir los mismos roles y responsabilidades en el cuidado y la enseñanza. Asimismo, los niños evidenciarían valores como la equidad, el respeto y el amor ejercidos tanto por mujeres como por varones.
Es hora, por tanto, de salir “de la caja” y atrevernos a vencer prejuicios, muchos de ellos ancestrales, para darles a nuestros niños experiencias de vida que los edifiquen y los ayuden a crecer felices y seguros de sí mismos.
Fuentes de investigación
Instituto Nacional de Estadística e Informática. (2017). Principales resultados de la encuesta nacional a instituciones educativas de nivel inicial, primaria y secundaria 2016.
Joseph, S. y Wright, Z. (2016). Los hombres como educadores de la primera infancia: Experiencias y perspectivas de dos futuros maestros varones.