La alimentación sostenible persigue el bienestar social, ambiental y económico de nuestra población.
El Estado tiene la responsabilidad de promocionar los productos tradicionales de cada región para reactivar el turismo gastronómico nacional, así como impulsar políticas que promuevan la alimentación saludable, destacaron especialistas del sector durante el “I Congreso de Gastronomía. Innovación sostenible en el ecosistema gastronómico”, realizado por la Facultad de Administración Hotelera, Gastronomía y Turismo de la Universidad San Ignacio de Loyola.
En este objetivo, la universidad cumple un rol fundamental al transformar el ámbito social en el que ejerce la docencia y la investigación para otorgar soluciones a los grandes problemas del país, señaló el rector de la USIL, Martín Santivañez, al inaugurar el evento.
De igual forma, Blanca Chávez, presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora), señaló que, en el marco del Día Internacional de la Gastronomía Sostenible, las autoridades deben impulsar acciones para que los alimentos oriundos de cada región y sus tradiciones sean accesibles a los turistas.
“Cada plato representa una parte de la historia y tradición del país, por lo que se debe invertir más en la promoción de los alimentos y brindar calidad permanente en los servicios, así como implementar más infraestructuras en los destinos para ayudar a mantener y defender nuestro patrimonio a nivel internacional”, indicó.
Según Mincetur, el 42% de los turistas que visitan nuestro país señala que la gastronomía peruana es uno de los aspectos que influencia en su elección del Perú como destino turístico.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la reconexión social, ya que “la gastronomía trabaja y abraza todos los niveles de la cadena de alimentos para generar cambios sociales, a través de la inclusión y la nutrición”, afirmó Nicola Gryczka, fundadora del Social Gastronomy Movement.
Gryczka también comentó que, a través del proyecto “Comida para Todos”, diversas organizaciones buscan salvaguardar la seguridad alimentaria y transferir conocimiento en materia de educación alimentaria y emprendimiento en zonas vulnerables del país.
Sobre este punto, la presidenta ejecutiva de la USIL, Luciana de la Fuente, señaló que el Estado tiene la responsabilidad de liderar la transformación del sistema alimentario actual y volverlo más saludable y sostenible, en términos sociales, ambientales y económicos.
“Comer de manera saludable es el mejor aliado que puede tener un país en temas de salud pública”, agregó Mariana Escobar, representante en el Perú de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Respecto a la colocación de octógonos en los alimentos procesados, Escobar afirma que, a pesar de tener un importante impacto en la decisión del consumidor, el etiquetado frontal no es suficiente, hay que combinarlo con otras medidas como la educación, pues cada vez son más las personas que se educan sobre sus hábitos alimenticios.
Finalmente, la directora de la Facultad de Administración Hotelera, Turismo y Gastronomía de la USIL, Sandra Zubieta, reafirmó el compromiso de la universidad para formar jóvenes comprometidos con el sector, que impulsen nuestra gastronomía y conserven nuestra autenticidad.