Según la Organización Mundial de la Salud, en el 2019, en los países en desarrollo, la disponibilidad de servicios básicos relacionados con el agua, saneamiento y gestión de residuos en los establecimientos de salud era insuficiente. En Perú, aunque ha habido un aumento en el acceso al agua segura, aún existen áreas que carecen de acceso debido a la falta de conexión a la red pública de agua potable, lo que es fundamental para garantizar la seguridad del agua.
Un estudio recientemente publicado por investigadores de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) y otras casas de estudio, sobre el acceso al agua segura en Perú, reveló que solo uno de cada cuatro hogares peruanos tiene acceso a agua segura. La desigualdad en el acceso es notoria, y está relacionada con el nivel de riqueza. Regiones como Pasco, Ucayali y Cajamarca tienen un acceso deficiente a agua segura, mientras que Lima Metropolitana y Callao tienen mejores condiciones. La centralización es un factor clave en esta disparidad.
Para el estudio se emplearon datos de la Encuesta Nacional de la Salud del 2021, realizada por el INEI. Se recolectaron muestras de agua de los hogares encuestados y se analizaron en laboratorios especializados para evaluar el nivel de cloro residual como parte de la medición de la calidad del agua. El agua se considera segura cuando tiene un nivel mínimo de cloración, que es de 0.5 miligramos de cloro por litro de agua, según la Organización Mundial de la Salud.
La investigación tiene como objetivo abordar problemas de salud pública al proporcionar información que pueda ser utilizada por los responsables de la toma de decisiones para emprender acciones al respecto.
El estudio se publicó en la prestigiosa revista Journal of Water and Health y participaron los investigadores Ali Al-kassab-Córdova, de la USIL; Vicente Benites Zapata, de la USIL; Claudia Silva Pérez, de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas; Pamela Robles Valcárcel, de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas; Guido Bendezú Quispe, de la Universidad Privada Norbert Wiener; y Amado Insfrán Ortiz, de la Universidad Nacional de Asunción de Paraguay.