El reconocimiento destaca la propuesta como ejemplo de resiliencia, autenticidad y proyección global de la gastronomía peruana.

El auge de la gastronomía peruana en Europa ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una presencia consolidada. En Madrid, el Grupo Quispe se ha posicionado como uno de los referentes de esta expansión, con un modelo que combina tradición culinaria y proyección internacional.
Fundada en 2018 por César Figari y Constanza Rey, el proyecto nació con el propósito de trasladar los sabores del Perú a un público global, apostando por la autenticidad y una experiencia gastronómica sofisticada.
Su carta propone una fusión equilibrada entre lo criollo, chifa y nikkei, e incorpora productos y técnicas procedentes de los Andes y la Amazonía peruana. Entre los platos destacan los emblemáticos lomo saltado y cebiche, mientras que en la oferta de postres sobresalen la tarta de limón con merengue y el helado de vainilla.
Esta combinación de raíces y modernidad ha permitido al Grupo Quispe obtener la certificación Auténtica Cocina Peruana, una distinción que garantiza el uso de insumos y técnicas fieles a la tradición nacional.
La certificación, impulsada por la Universidad San Ignacio de Loyola y respaldada por la Marca Perú, busca preservar la identidad gastronómica nacional en el extranjero y fomentar el consumo de productos peruanos.
Durante la ceremonia realizada en Madrid, el fundador presidente de la Corporación Educativa San Ignacio de Loyola, Raúl Diez Canseco Terry, y su presidenta ejecutiva, Luciana de la Fuente, entregaron el diploma y la placa oficial a César Figari.
En su intervención, De la Fuente destacó el trabajo del Grupo Quispe en España y su papel como embajador de la cultura peruana con proyección internacional.
Diez Canseco, por su parte, subrayó el valor del esfuerzo emprendedor y recordó que obtener un espacio en un mercado competitivo como el español exige creatividad, disciplina y una identidad sólida.
“Nos hemos emocionado con la innovación, la creatividad y la manera en que este restaurante representa a la cocina peruana en el mundo”, señaló.
Figari agradeció la distinción y aseguró que el proyecto, nacido inicialmente como una idea de supervivencia, evolucionó hacia un compromiso por llevar el Perú a lo más alto desde Europa y la península Ibérica.
Explicó que el nombre Quispe —uno de los apellidos más representativos del país— responde a una tendencia observada en Barcelona que revaloriza los apellidos como símbolo de identidad cultural.
“El camino es largo, pero la cocina peruana tiene el potencial de conquistar el mundo. Este reconocimiento nos impulsa a seguir creciendo con sacrificio, innovación y orgullo”, afirmó.
El empresario invitó también a los estudiantes de la USIL a sumarse al proyecto. “Vamos a seguir creciendo a partir del talento peruano y deseo que muchos de ustedes nos acompañen en este sueño”.
Diez Canseco recordó que la USIL cumple 30 años promoviendo sectores estratégicos para el posicionamiento del Perú, como la hotelería, la gastronomía y el turismo.
Destacó, además, la resiliencia de Figari como ejemplo de un peruano que se abrió camino desde cero y logró conquistar el paladar europeo sin renunciar a sus raíces.
“El nombre Quispe reivindica a los peruanos, especialmente a los del Ande, quienes han preservado productos como la papa, base de nuestra identidad”, añadió.
Finalmente, aseguró que la historia del Grupo Quispe refleja el impacto de la perseverancia y demuestra cómo la gastronomía puede convertirse en un embajador global de la cultura peruana.
El dato
En España operan actualmente unos 300 restaurantes peruanos, de los cuales 150 se encuentran en Madrid y alrededor de 100 en Barcelona.