Hoy los destinos turísticos son capaces de transformarse por la sinergia de información para brindar al turista experiencias cada vez más positivas.
Tras la pandemia, la inteligencia turística se ha convertido en una importante herramienta competitiva que permite alertar a las empresas sobre las necesidades y requerimientos de los turistas para que estas adapten sus ofertas.
Así lo explicó David Vincent, especialista en planificación, marketing e innovación en turismo, durante el webinar “Integración de la inteligencia turística en destinos latinoamericanos”, organizado por la Facultad de Administración Hotelera, Turismo y Gastronomía de la USIL.
La inteligencia turística, señala Vicent, ayuda a adquirir un gran conocimiento del turista y del sector, lo que permite contar con información útil y alertas tempranas para adaptar la oferta a la demanda de manera ágil y competitiva.
Agrega que migrar a este tipo de hacer turismo no es fácil; sin embargo, es necesario, porque con la digitalización del sector los especialistas pueden sostenerse en datos estructurados y fiables que contribuyan positivamente a la experiencia del turista.
Pero ¿qué impacto tiene la inteligencia turística en los destinos y en los turistas?
Por un lado, será posible acertar en cada una de las acciones turísticas, ya que se posee amplia información en tiempo real.
En el caso de los turistas, esta herramienta facilitará conocer a fondo las necesidades del viajero, asegurando que este disfrute de la experiencia que adquiera.
Para Vicent, aplicar la inteligencia turística en el desarrollo sostenible de los destinos latinoamericanos tiene dos beneficios concretos.
El primero es entender la sostenibilidad como la capacidad del destino de permanecer en el tiempo. “La inteligencia turística analiza, rastrea de forma sistematizada información abierta desestructurada y vinculada a los factores competitivos del mismo. Por tanto, cuando un factor competitivo está en peligro contamos con alertas tempranas para poder actuar”.
Un segundo beneficio es la capacidad analítica especializada en un producto, segmento o área territorial. “Podemos contar con antenas de inteligencia turística especializadas en seguridad, percepción de seguridad, percepción de sostenibilidad y múltiples variables para captar un segmento concreto, como por ejemplo las familias o el comportamiento de los nómadas digitales vinculados con el sector”, añade el especialista.
El dato:
Estimaciones de la Conferencia Anual sobre la inversión Hotelera y Turística de América Latina (SAHIC, por sus siglas en ingles) prevé que el sector turístico de América Latina y el Caribe reciba inversiones por US$ 300 millones en 2023.