Impulsado por la epidemióloga Magaly Blas, el programa logró reducir la mortalidad neonatal y empoderar a agentes comunitarios en zonas rurales de Loreto y la frontera con Colombia. 

Mamás del Río, el proyecto que transformó la salud materna e infantil en la Amazonía

Hace más de diez años, la médica epidemióloga Magaly Blas emprendió una cruzada por la salud pública en la Amazonia peruana. El proyecto Mamás del Río nació para enfrentar una realidad alarmante: 94 muertes neonatales al año y 70 % de partos sin asistencia profesional en comunidades rurales de Loreto. 

Blas investigadora peruana reconocida por su trabajo en salud comunitaria, detectó estas brechas entre 2012 y 2013 a través de un estudio de prevalencia en tres distritos de la región amazónica.  

Frente a esta realidad, la respuesta era clara: capacitar y empoderar a agentes comunitarios de salud para que sean ellos quienes acompañen a las gestantes y recién nacidos.  

“Hay un liderazgo compartido con las comunidades. Juntos creamos los contenidos y mensajes que los agentes difunden usando tabletas”, explicó Blas durante el ciclo de conferencias de Ciencias de la Salud en la Universidad San Ignacio de Loyola.  

Gracias a esta loable intervención, la vida en las comunidades tomó un nuevo rumbo. La intervención elevó el contacto piel a piel al 59 %, mejoró en 15 % el control temprano del recién nacido y alcanzó un 97 % de lactancia materna exclusiva.  

El proyecto no se quedó allí, sino que trascendió con Mamás de la Frontera, una iniciativa que amplía su acción a temas como vacunación, prevención de la anemia, planificación familiar y salud materno-infantil, en los distritos fronterizos de Colombia y Perú.  

Este crecimiento también dio origen a Ikara, una asociación que promueve la salud mental y ambiental, la prevención del embarazo adolescente y la incidencia en políticas públicas.  

“Hemos implementado nuevas estrategias para la comunidad. A través del arte, por ejemplo, concientizamos sobre el estrés y la ansiedad”, detalló Blas. 

Los agentes comunitarios, el corazón del proyecto 

Magaly Blas se mantiene firme en Mamás del Río, pero apunta a algo concreto: una Ley para los Agentes Comunitarios, quienes no cuentan con una remuneración mínima vital ni seguro social de salud pese a su arduo trabajo comunitario.  

“Nuestros agentes dedican su vida a las comunidades y no son reconocidos. Muchos fueron clave durante la epidemia del cólera sin recibir ninguna bonificación”, lamentó.  

Por ello, la especialista ha emprendido una nueva lucha: lograr que el Congreso de la República apruebe una ley que respalde su labor. Además, recordó que las instituciones de educación superior también pueden aportar.  

“En el Perú no tenemos un sistema de capacitación de agentes comunitarios de salud. Sería valioso que las universidades, en coordinación con el Ministerio de Salud, realicen estas formaciones”, concluyó. 

El dato 

La Universidad San Ignacio de Loyola, a través de su Facultad de Ciencias de la Salud, desarrolla un ciclo de conferencias con destacados científicos e investigadores que están transformando la medicina en el país.