La morbilidad y la mortalidad causada por cirrosis hepática aumentaron en las 25 regiones del país durante el período 2004-2016.
La morbilidad y la mortalidad causada por cirrosis hepática aumentaron en las 25 regiones del país durante el período 2004-2016, reveló un estudio de la Universidad San Ignacio de Loyola, la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (Chiclayo) y la clínica Avendaño.
Por cada 100,000 personas, la morbilidad aumentó de 52 casos en 2004-2005 a 114,4 en 2015-2016; y la mortalidad de 13,6 muertes en 2004-2005 a 16,8 en 2015-2016.
La tendencia al alza se observó principalmente en la Costa. Callao (168.8 %), Ica (157.7 %) y Tumbes (129.4 %) fueron los departamentos con mayor incremento de morbilidad; mientras que la mortalidad se incrementó en Lambayeque (14.2 %), Ica (13.9 %) y Callao (13.4 %).
La cirrosis hepática es una enfermedad crónica e irreversible, que es la última etapa clínica de las diferentes enfermedades hepáticas. Se caracteriza por una alteración de la arquitectura hepática causada por la presencia de nódulos regenerativos y fibrosis difusa, dando lugar a alteración vascular intrahepática, hipertensión portal y consecuente insuficiencia hepática.
En todo el mundo, las principales causas de la cirrosis hepática son el consumo de alcohol, las infecciones crónicas por hepatitis B y C y la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
En el periodo estudiado (2004-2016) se registraron en la base de datos del Ministerio de Salud 199,255 casos de personas con esta enfermedad, siendo la Costa la región con mayor número de casos (69 %) y la Selva la de menor número de casos (8.8 %).
En el mismo periodo, el mayor aumento de casos se dio en la Costa (147.4 %) y el mínimo en la Selva (58 %).
Durante esos años, el Minsa registró 1’215,227 defunciones; de las cuales, 45,577 (3.8 %) tenían cirrosis hepática como causa subyacente.
En cuanto a la morbilidad, el estudio señala que los departamentos con las tasas más altas, en el periodo 2015-2016, fueron Callao (168.8 %), Ica (157.7 %) y Tumbes (129.4 %); y las tasas más bajas fueron en Puno (2.4 %), Pasco (3.8 %), Cajamarca (14.1 %) y Huánuco (17.9 %).
Cabe señalar que las causas de mortalidad relacionada con la cirrosis hepática se atribuyen a sus complicaciones, siendo las más frecuentes las infecciones, la encefalopatía, la hemorragia digestiva, la ascitis y el síndrome hepatorrenal. Estas requieren hospitalización y atención médica inmediata.
La principal causa de muerte de estos pacientes es el sangrado gastrointestinal superior debido a la ruptura de las várices esofágicas; sin embargo, el Perú carece de programas sólidos centrados en la educación y prevención de la cirrosis hepática y sus complicaciones, advierten los investigadores.
La “Morbimortalidad asociada con cirrosis hepática en Perú: un análisis ecológico para el período 2004-2016” es un estudio ecológico que analizó datos secundarios del Minsa sobre morbimortalidad asociada a cirrosis hepática en las 25 regiones del Perú (24 departamentos más la provincia constitucional del Callao).
El dato
La cirrosis es la undécima causa de muerte en el mundo. La mortalidad por cada 100,000 personas aumentó de 16,1 en 2010 a 16,8 en 2016, un incrementó de 1.9 % a 2.2 % de las muertes mundiales (OMS).