Obra de Raúl Diez Canseco Hartinger narra el viaje en velero de 4 peruanos, del Callao a las islas de la Polinesia, siguiendo la ruta de Túpac Yupanqui.
“Yupanqui. La ruta del sol. Odisea en el Pacífico” no solo es la ópera prima del joven escritor y velerista Raúl Diez Canseco Hartinger, es un libro que relata la proeza de un grupo de peruanos que probaron que es posible navegar hacia el oeste impulsado solo por las corrientes marinas y los vientos alisios para llegar a la Polinesia.
Siguiendo la ruta que hace 600 años, probablemente, siguió Túpac Yupanqui, estos cuatro peruanos capitaneados por Diez Canseco Hartinger salieron del Callao en la ventana de mayo de 2019, cuando empiezan los vientos, para navegar por la costa peruana y a la altura de Paita virar con dirección al poniente.
Veinticuatro días después de ser empujados por las corrientes y los vientos, los navegantes, a bordo del velero Speil Vinden, llegaron a la isla de Nuku Hiva, en lo que es hoy la Polinesia Francesa.
El resultado de este viaje es narrado a manera de aventura en un libro formado por diez capítulos y un epílogo, más un anexo sobre Galápagos. A lo largo del relato, el autor refuerza la teoría del legendario viaje de Túpac Yupanqui, debido a que se conoce que hubo naufragios polinésicos que llegaron a las costas de Sudamérica.
“El océano Pacífico no fue abismo ni barrera entre los pueblos de la antigua Polinesia, sino un nexo para la comunicación. Ellos son culturas de islas que ven al mar como su espacio natural de expansión; dominaron las estrellas, las corrientes y hasta el comportamiento de las aves para orientarse en sus viajes transoceánicos”, afirma el autor.
La travesía del Speil Vinden confirma la proeza de otros viajeros de que es posible navegar hacia el oeste siguiendo la corriente de Humboldt y ayudado por los vientos alisios, que en el hemisferio sur soplan de este a oeste de forma irregular. El libro deja entrever que quizás Túpac Yupanqui conocía estos saberes ancestrales para emprender su propio viaje.
Una vez que la tripulación llegó a Nuku Hiva, Diez Canseco Hartinger decide continuar solo su viaje hasta la isla de Tonga donde se encuentra con un viejo relato sobre naves antiguas que llegaron del Callao para buscar esclavos polinésicos, que eran vendidos a las haciendas azucareras.
En la búsqueda de encontrar su propio destino, el libro narra la llegada del Speil Vinden a Nueva Zelanda, luego de decidir cruzar el azaroso océano Pacífico que, en esa zona, por las tormentas persistentes, no hace honor a su nombre.