Se entiende por seguridad alimentaria la disponibilidad de alimentos y la accesibilidad que pueden acceder a ellos, es decir, es una medida para combatir el hambre. Cada año somos más personas, como consecuencia necesitamos más espacio para desarrollarnos, más servicios básicos y mayor cantidad de alimentos disponibles. Durante los últimos 10 años algunos países del mundo han demostrado mejora tecnológica y desarrollo cibernético. No obstante, según el reporte de la FAO, en 2020, se muestra que la seguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas representan un desafío, además advierte que el estado de nutrición y la seguridad alimentaria de los grupos más vulnerables se deteriorarán aún más por todo lo que representa las repercusiones socioeconómicas y sanitarias de la COVID 19.

Debido a esta problemática se han realizado muchos esfuerzos para reducir el hambre a nivel mundial. Desde iniciativas en la agricultura, como variedades mejoradas con mayor productividad hasta aprovechamiento de residuos de la agroindustria. Muchos de estos residuos y subproductos generan impacto ambiental negativo, pues muchos de estos son colocados directamente en hábitats naturales sin un previo tratamiento. Algunos usos de los subproductos agroindustriales son harina a partir de semilla de mango, fertilizantes, bioetanol y biogás a partir de cáscara de plátano y almidón a partir del tallo de la piña como residuo agrícola (Torres-León et al. 2018).

Asimismo, algunos de estos subproductos de la agroindustria son ricos en compuestos bioactivos. Se entiende como compuesto bioactivo, sustancias que se encuentran en el alimento y que su consumo aporta beneficios para la salud que van más allá del valor nutricional básico. Estudios han demostrado que la cáscara de manzana y tomate son fuentes ricas de fibra y antioxidantes (Lau et al. 2021). Además de compuestos bioactivos, existen algunos subproductos de la agroindustria utilizados como insumos para envases biodegradables como el caso de la empresa AMPLAS, utilizando residuos de palta.

A nivel mundial, es necesario este tipo de iniciativas donde se aseguren alimentos asequibles y también se reactiven las economías. Iniciativas que pueden venir tanto del sector privado como público. Los productos anteriores son un claro ejemplo de que se pueden realizar alimentos por medio de subproductos. En Perú, la agroindustria viene creciendo a pasos agigantados y esta es la ventana para aprovechar los subproductos y residuos garantizando así la seguridad alimentaria de un Perú perturbado por esta pandemia imprevista.

Fuentes de investigación:

Escrito por:

Luis Alejandro Marzano Barreda
Jefe de Planta Agroindustrial y catedrático de las carreras de Ingeniería en Agroindustria Alimentaria e Ingeniería Agroindustrial. Magíster en Ciencia de Alimentos por la Universidad Estadual de Londrina – Brasil. Investigador Renacyt grupo MR – III.