En un nuevo episodio de Ecos Digitales, conversamos sobre cómo una evaluación bien diseñada puede transformar la experiencia de aprendizaje.
En la educación moderna, evaluar no es solo calificar: es acompañar, guiar y reconocer los avances del estudiante en su proceso de aprendizaje. En este nuevo episodio de Ecos Digitales, el profesor Salvador Mónaca, coordinador y docente de la carrera de Administración y Finanzas Corporativas, reflexiona sobre la importancia de una evaluación auténtica y por competencias, centrada en el desempeño y las habilidades reales.
Mira el episodio completo aquí:
Evaluar con propósito: valorar procesos, no solo resultados
El profesor Mónaca plantea que una evaluación significativa conecta cada actividad con el perfil profesional del estudiante. Su enfoque busca que el aprendizaje sea vivencial y que las evidencias demuestren no solo conocimiento, sino también capacidades aplicadas, resolución de problemas y pensamiento crítico.
“Evaluar con sentido es permitir que el estudiante reconozca su propio progreso y aprenda de cada experiencia”.
-Salvador Mónaca
Una mirada formativa del aprendizaje
Desde su experiencia, la evaluación auténtica se convierte en un puente entre la teoría y la práctica. Cada actividad se transforma en una oportunidad para que el estudiante evidencie sus logros y fortalezca sus competencias profesionales, preparándose para los desafíos del mundo laboral.
En la Universidad San Ignacio de Loyola, promovemos una evaluación integral que acompaña el crecimiento académico y personal del estudiante. Creemos que cada retroalimentación, rúbrica y proyecto son parte del proceso de aprender haciendo, con calidad y sentido humano.
Ecos Digitales continúa compartiendo experiencias docentes que nos inspiran a repensar la enseñanza, recordándonos que evaluar también es formar.
Por: Estefany Villanueva Armas