El profesor en la George Mason University, quien participará este 11 de junio en el II Congreso de Ciencias Empresariales organizado por la USIL, hizo un alto en sus compromisos académicos para hablar sobre los retos que enfrentará la economía peruana llegado el bicentenario de la independencia.
¿Cuáles son los retos actuales y venideros de la economía política en el Perú?
El principal reto consiste en mirar hacia atrás y tratar de entender lo que ha pasado en términos de gestión económica y gestión política las últimas décadas. Específicamente desde la liberación de la economía en la década de Fujimori y la democratización de la sociedad a partir de Paniagua y de Toledo. Hay muchas cosas que funcionaron y otras que no funcionaron. Por eso lo que debemos hacer es mirar y reconocer en qué hemos progresado, sin desmerecer aquello que hemos avanzado, porque hemos avanzado mucho.
Ciertamente los números macroeconómicos nos cuentan una historia de crecimiento. Sin embargo, ¿cómo se explica que haya tanto descontento social en algunos sectores con el sistema económico de las últimas décadas?
Estoy pensando en el libro “La reforma incompleta”, porque lo que hubo en Perú, en términos de liberalización, ha sido una reforma inconclusa. Ha faltado la competencia, no solamente en economía, sino también política. En gestión política hemos tenido un fracaso
¿Y esta situación cómo se reflejó en el interior del país, que es de donde viene la mayor parte de los cuestionamientos?
La contraparte de esto ha sido el fracaso de la descentralización política y la descentralización del gasto. Hemos tenido enormes recursos desde el auge de los precios de los minerales, hemos sacado a mucha gente la pobreza, hemos avanzado en términos de penetración de Internet, pero también hemos desperdiciado muchos recursos en proyectos de inversión que no fueron tales, justamente por la penetración del sistema de la corrupción y también por la presión y la falta de herramientas para las autoridades a nivel local y regional para compartir las ganancias extraordinarias en la minería.
¿Qué propone para contrarrestar este escenario?
Hay que repensar la descentralización y la organización política del Estado. Los últimos años hubo un enfrentamiento permanente, un pleito permanente de poderes en el Perú que ha obstaculizado pensar en los problemas en serio y que arrasamos por un pésimo diseño constitucional. Curiosamente el debate hoy se encuentra en el capítulo económico de la constitución, que es justamente lo que ha funcionado. Y no se encuentra más bien en la reforma del Estado, que es aquello que ha fallado. Lo que vemos es una falla del Estado, no una falla del mercado. Hay que repensar la Constitución en la parte política, en la descentralización, en la relación entre los poderes del Estado y la descentralización. Hace falta definir de manera clara las responsabilidades.
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