La Universidad San Ignacio de Loyola estuvo presente en la primera etapa de la Expedición Peruana Científica a la Antártida ANTAR XXVII, con la participación del docente Luis Santillán, de la carrera de Ingeniería Ambiental. Durante tres semanas, el representante de la USIL desarrolló un estudio sobre la presencia de microplásticos en elementos bióticos y abióticos en la zona de la Ensenada Mackellar, en la que se encuentra la estación peruana de investigación científica polar Machu Picchu, donde también estuvieron presentes más de diez científicos de diversas instituciones públicas y privadas.
El proyecto de microplásticos de la USIL fue seleccionado el 2019 por la oficina de Asuntos Antárticos del Ministerio de Relaciones Exteriores, debido a que involucraba uno de los temas prioritarios de investigación antártica reconocidos por el Scientific Committee on Antartic Research (SCAR).
“Nuestro objetivo fue evaluar la presencia del microplásticos bajo un ecosistémico; es decir, en elementos abióticos como sedimento y agua marina; y elementos bióticos como restos biológicos de pingüinos y focas cercanos a la base peruana. Así nosotros, desde la USIL, buscamos aportar al país con conocimiento sobre ciencia antártica. Esta fue mi segunda vez en la Antártida y he podido presenciar de cerca que los efectos del calentamiento global son notables”, explicó el docente de Ingeniería Ambiental.
Asimismo, Luis Santillán comentó cómo fue la experiencia a nivel personal: “Los días son muy largos allá, anochece muy tarde, pero el trabajo también empieza muy temprano. Algunos días realizaba caminatas de horas, tomando apuntes y recolectando muestras. Y al final del día, practicábamos deportes como vóley o fútbol con el equipo de la base. También veíamos TV satelital. Se generó un lindo ambiente”.
Sobre el estudio
El proyecto de microplásticos inició el 2018 con el trabajo de dos alumnos (Gabriel de La Torre y Diana Dioses) y tres docentes de Ingeniería Ambiental de la USIL (Luis Santillán, Miguel Mucha y Miguel Ángel Saldaña), quienes se preguntaron ¿qué pasa con el plástico que usamos y no se ve en el medio ambiente?, ¿qué está generando?, ¿se acumula o no se acumula?
“Comenzamos tomando muestras en playas cercanas, en Lima, y luego incluimos otros aspectos, como lo biológico. Paralelamente, trabajamos con la universidad UADE de Buenos Aires, que realiza lo mismo. Ellos en Río de la Plata, nosotros en Lima, y haremos la comparación de material contaminante en dos escenarios diferentes. Pero también quisimos llevarlo a otro ecosistema, frágil y con alto nivel de protección, como la Antártida”, sostuvo.
A fines de marzo retorna a Lima el barco peruano de la Expedición Peruana Científica ANTAR XXVII con las muestras recolectadas, y el equipo de la USIL los analizará, realizará el informe científico con las conclusiones y los presentará al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para esta expedición, el apoyo de la USIL ha sido trascendental, aseguró Luis Santillán: “Apostaron por nuestro proyecto desde el inicio. Siempre nos dieron todas las facilidades para trabajar. Me llena de orgullo que la universidad esté avocada al apoyo de estos proyectos. Esperamos estar presentes en la Antártida en los próximos años, con proyectos de Ingeniería Ambiental y otras carreras de la Universidad San Ignacio de Loyola”.
Sobre la carrera
Ingeniería Ambiental de la USIL forma profesionales que diseñen, lideren y gestionen soluciones sostenibles, así como programas, proyectos y evaluaciones ambientales en organismos públicos y privados alrededor del mundo. La Facultad de Ingeniería de la USIL tiene casi 25 años formando profesionales para la cuarta revolución industrial. Entérate de más, aquí.