En inauguración del año académico USIL, el embajador De Cossío abordó la integración de tecnologías emergentes y la sostenibilidad en la formación de los profesionales del futuro.

En un contexto global de profundos cambios, la integración internacional demanda profesionales capaces de interactuar en entornos multiculturales. Así lo afirmó el embajador Manuel De Cossío Klüver, director general de Estudios y Estrategias de Política Exterior, durante su ponencia "Retos y desafíos para la enseñanza universitaria en el nuevo orden mundial", presentada en la Universidad San Ignacio de Loyola.
De Cossío abordó cómo la globalización, las tecnologías emergentes y las crisis sociales y medioambientales están transformando la educación superior.
En su intervención, subrayó que el mundo atraviesa una fase de profunda transformación, en la que los desafíos globales, como el cambio climático y la automatización, exigen una respuesta educativa adaptada a las nuevas realidades.
Según el embajador, estos cambios requieren programas académicos que combinen conocimientos teóricos, habilidades prácticas y competencias digitales para preparar a los estudiantes ante los retos del nuevo orden mundial.
El embajador enfatizó que la educación universitaria debe ir más allá de la formación técnica e incluir competencias blandas, interpersonales y una ética de responsabilidad social.
Uno de los temas centrales abordados por De Cossío fue la necesidad de actualizar los modelos educativos, incorporando tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la realidad aumentada y las plataformas de aprendizaje online.
Según explicó, estas herramientas pueden revolucionar la enseñanza y mejorar la experiencia de aprendizaje, promoviendo un aprendizaje activo y colaborativo.
Aunque reconoció las oportunidades que ofrece la virtualidad y la digitalización, el embajador subrayó que las metodologías de enseñanza deben adaptarse a los nuevos tiempos.
El impacto de la triple crisis medioambiental, que abarca el cambio climático, la biodiversidad y la sostenibilidad, fue otro de los puntos clave de su exposición. De Cossío destacó la necesidad de incluir la sostenibilidad en los programas universitarios, ya que es un pilar fundamental en la formación de los profesionales del futuro.
En ese sentido, resaltó el modelo educativo híbrido y a distancia de la USIL, que permite superar barreras geográficas y socioeconómicas, ofreciendo acceso a una educación de calidad para estudiantes de diversos contextos.
Este modelo, adoptado cada vez más por prestigiosas universidades del mundo, no solo democratiza el conocimiento, sino que también fomenta el emprendimiento, la innovación y la capacidad de adaptación al cambio.
De Cossío concluyó su intervención resaltando que el fortalecimiento de la investigación científica, el compromiso con el desarrollo sostenible y la colaboración entre el sector público y privado son claves para consolidar un sistema educativo de excelencia.
A través de proyectos de desarrollo y políticas públicas, las universidades pueden posicionarse como motores de progreso y bienestar, tanto a nivel local como internacional, afirmó.
Finalmente, el embajador recalcó que la educación universitaria debe formar profesionales con una visión global, humanista y ética, capaces de contribuir al desarrollo sostenible y liderar el cambio en el nuevo orden mundial.