La carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la USIL llevará a cabo el I Congreso Internacional de las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte el 27 y 28 de noviembre. Esta jornada contará con gestores e investigadores del deporte reconocidos en sus países, que acumulan un historial de investigación en las ciencias del deporte de gran importancia.
Algunos de los ejes temáticos que se examinarán durante los días del evento son didáctica y planificación deportiva, y gestión del deporte. Para profundizar en el último tema, como previa al congreso, entrevistamos a Daniel Duclos, docente y jefe de investigación en la Escuela de Educación Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, quien además es Doctor en Educación Física y Deportes, y tiene un magíster en Gestión y Organización de Entidades y Organizaciones Deportivas.
¿Cuándo nace el concepto de gestión deportiva en Latinoamérica?
Este concepto nace desde que existe el deporte moderno. Siempre se han organizado eventos y competencias deportivas. Esta actividad toma fuerza con la creación de las primeras federaciones internacionales y de los comités olímpicos nacionales. Sin embargo, en la década del 70 se da un punto de inflexión, ya que empieza a emerger la figura del auspicio. En los ochenta el comité olímpico crea un estatuto para deportistas profesionales, para que estos puedan recibir dinero por practicar deporte. Entonces, la noción del auspicio y de deportista profesional se alían. Al empezar a desarrollarse esta dimensión económica en torno a la actividad deportiva, exige un mayor nivel de profesionalización. Es así como empieza a desarrollarse el concepto de economía del deporte y se convierte en un sector económico que muchos países de Europa reconocen como tal. En Europa, la actividad deportiva genera entre el 2 % y 3 % del PBI. Ellos han declarado los bienes y servicios deportivos como actividad económica, cosa que no pasa en Sudamérica. Aquí, el deporte está en una economía sumergida, en la que no se controla nada. Lo único que se considera como tal es el fútbol profesional, y no en todos los países de la región.
¿Por qué darle valor económico al deporte?
Si le damos valor económico al deporte logramos que una serie de servicios, actividades y bienes puedan ser reconocidos como sector económico o actividades de la economía. Eso tiene un efecto de reconocimiento en la micro y macroeconomía, pero también le da un reconocimiento a la actividad deportiva en sí. Por lo tanto, lo que promuevo es que el desarrollo de la actividad física y del deporte no vaya de la mano solamente con tener buenas políticas públicas, sino con el desarrollo de la industria que gira en torno a esta. Desde la gestión deportiva, tanto los profesionales como investigadores, debemos aportar con conocimiento, buenas prácticas y estadísticas.
¿Qué necesitamos hacer para llevar a valor económico el deporte?
El reconocimiento de los Estados a través de, por ejemplo, sus Ministerios de Economía es una buena iniciativa. Así como se tienen estadísticas de la industria manufacturera, de servicios, entre otras, también debe desarrollarse un capítulo del impacto de los bienes y servicios deportivos en la economía. Creo que es una buena iniciativa, ya que, si uno no lo lleva a valor económico, el deporte pierde peso. No solamente en este ámbito, también es importante evidenciar cuánto es el ahorro que tiene un país, por ejemplo, si invierte más recursos en actividad física y el deporte. Todo eso que se viene haciendo en otros países, estudiando y poniendo en evidencia son buenas iniciativas que debemos replicar.
¿Cuál debe ser el rol de la empresa privada?
Creo que la empresa debe tener un compromiso más social que comercial con sus iniciativas de apoyo al deporte. Bajo la lógica de la responsabilidad social corporativa, muchas invierten en deporte porque esperan recibir algo a cambio. Por lo menos, en Chile, esa lógica ha imperado desde el 2001. El problema es que tenemos 25 mil organizaciones deportivas y el sistema de donaciones con fines deportivos no ha cumplido con el espíritu que se establece en la ley del deporte, que es poder entregar recursos a las organizaciones deportivas de base. La donación se ha transformado en un instrumento de marketing para la empresa que dona para un proyecto y no en una contribución en favor del desarrollo de las organizaciones deportivas. Esa visión debe cambiar.
¿Por qué es necesario que más profesionales se especialicen en gestión del deporte?
Porque contribuyen a comprender los fenómenos que acompañan la gestión de la actividad física y del deporte, y permite obtener información para nutrir la industria que hay entorno a esta. Quienes se especializan deben optar por formación, como la de la USIL, que les entregue herramientas para el desarrollo de estudios que les permitan comprender lo que ocurre alrededor de esta actividad.
Inscríbete en el I Congreso Internacional de las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte https://www.usilonlife.com/producto/i-congreso-internacional-de-ciencias-de-la-actividad-fisica-y-del-deporte/
Sobre Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
La carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la USIL forma líderes del sector deportivo, profesionales integrales capacitados para impulsar y gestionar el desarrollo de la actividad deportiva a nivel nacional e internacional. Entérate más aquí.