Uno de los aspectos más evidentes en esta crisis del COVID-19 en el Perú, además de las carencias en infraestructura, equipamiento, procesos y recursos humanos en el sector salud, ha sido la impostergable necesidad de hacer política de Estado, Gobierno y gestión de las tecnologías de información en las entidades públicas.
Verhoef (2007) define cinco parámetros fundamentales para el Gobierno: datos, control, tiempo, costos y funcionalidad. Por su parte, Aguilar A. & Carrillo V. & Tovar C. (2017) explican que el ITGI (IT Governance Institute) definió cinco dominios de cobertura: alineación estratégica de TI con el negocio, entrega de valor de estas, gestión de riesgos, gestión de recursos de las tecnologías y medición del desempeño 1.
Por otro lado, también podemos considerar en la gobernanza de las TI el modelo COBIT que define siete habilitadores necesarios: principios, políticas y modelos de referencia, procesos, estructuras organizacionales, cultura, ética y comportamiento, información, servicios, e infraestructura y aplicaciones, gente, habilidades y competencias 2.
Observar que el Estado toma decisiones en un entorno de alta incertidumbre sin basarse en evidencias (datos, reportes, informes, modelamientos, simulaciones) que no se encuentran en tiempo real y que no realizan la interfaz necesaria entre los diversos sistemas de educación, salud, producción, seguridad, justicia, etc., es significativamente ineficiente y, por lo tanto, no eficaz con relación a sus objetivos estratégicos.
La infraestructura en hardware y software, la conectividad y los modelos computacionales necesarios para el Gobierno y gestión de las TI deben estar subordinados, en primer lugar, al diseño de los procesos y a la arquitectura de información que necesita el país en función de los servicios públicos y privados para generar valor para los usuarios en funcionalidad y utilidad.
Por lo tanto, se hace necesario desde la Ingeniería Empresarial diseñar los nuevos proceso estratégicos, misionales y operativos que necesita un Estado moderno, eficiente y eficaz, elaborar la arquitectura de la información y determinar los recursos tecnológicos y computacionales necesarios para saber quiénes somos como ciudadanos, con qué recursos contamos, qué resultado obtenemos y qué oportunidades de mejora podemos descubrir.
Fuentes de investigación: