La ingeniería está ligada fuertemente al cálculo y al pensamiento lógico analítico. No obstante, la creatividad también es un componente importante que, muy pocas veces, se toma en cuenta. Se fortalecen más otras habilidades y se deja de lado esta. Pero es en el momento en el que se quiere empezar a aplicar los conocimientos adquiridos y resolver problemas que se aprecia una falta de imaginación. Mas este no es un error meramente del estudiante de Ingeniería, sino que también lo es de quienes lo guían en su carrera. Por eso, en USIL alentamos el desarrollo de diferentes habilidades blandas a la par de los conocimientos técnicos necesarios para cada Ingeniería.
Es en este escenario es que se introduce el reto de fabricar una máquina Rube Goldberg con el fin de aplicar ingeniería, pero forzando a los participantes a usar su creatividad en todo momento. Esta es una máquina que, por definición, permite al usuario realizar una acción sencilla de la forma más compleja posible. Para ello se establece una amplia cantidad de pasos que inician uno tras otro en una reacción en cadena y que, eventualmente, realizará el objetivo planteado en un inicio. Un claro ejemplo de este concepto sería el de una canica que golpea a una cadena de dominós para que estos al final golpeen un libro y, este, prenda una lámpara. ¿Por qué prender una lampará con nuestra mano en segundos cuando podríamos tomarnos todo el día creando una máquina para que lo haga en minutos?
Por lo mencionado, podría interpretarse que fabricar este tipo de máquinas va en contra de todo aquello que busca la ingeniería: eficiencia. Sin embargo, es el proceso de creación de dicha máquina lo que fomenta el uso de la creatividad en conjunto con conceptos de física. El pensar cómo hacer que los pasos sucedan uno tras otro en sincronía y que la acción esperada sea ejecutada. Calcular el impacto entre las piezas para que avancen solo lo que se necesita. Aplicar en todo momento los conceptos físicos, pero de una forma intrínseca a la creatividad. Se hace una invitación a experimentar más que a solo calcular. Obtener resultados esperados e inesperados tras prueba y error. Siendo toda esta experiencia una de las actividades que solemos olvidar al acabar una carrera de Ingeniería: experimentar y probar nuestras ideas.
En setiembre de este año, la Facultad de Ingeniería de la USIL llevó a cabo la primera versión del evento “Construye tu máquina Rube Goldberg”. En esta ocasión, el reto estuvo dirigido a alumnos de los últimos años de colegio, quienes pudieron percibir desde el inicio que la ingeniería también es creativa, y que no solo se necesita las matemáticas para resolver un problema. No obstante, esta solo la primera versión de muchas competencias más que no solo serán para escolares, sino también para alumnos de nuestra casa de estudios. De esta manera comenzamos a transmitir el mensaje de que “los retos de la ingeniería son muy grandes y requieren cálculos rigurosos, pero no por esto se debe considerar a la creatividad como un elemento ajeno en el proceso de diseño de ingeniería”.
Sobre la facultad
La Facultad de Ingeniería de la USIL forma profesionales que participan en el desarrollo científico, social, empresarial y tecnológico del país con una formación académica innovadora, que los prepara para el emprendimiento y la investigación, con liderazgo y visión global. Entérate de más, aquí.
Fuentes de investigación: