Sin duda, el paradigma que acompañó durante siglos a la formación de los ingenieros es el dominio exclusivo de las competencias del saber en el ámbito de las matemáticas y las ciencias básicas: física, química, biología, ciencia de la tierra, ciencia de los materiales, entre otras. Posteriormente, a partir de la mitad siglo XX, con el desarrollo de la computación y la informática, incorporó el modelamiento, la simulación, la automatización y el control de la calidad.

Con el siglo XXI, los ingenieros se hacen protagonistas del despliegue de la Industria 4.0 a través de la transformación digital. En este nuevo contexto, la Ingeniería lidera las tecnologías de la información, la robótica y la biotecnología, entre muchas otras innovaciones y descubrimientos científicos que benefician a todas las áreas de la vida (Sheppard et al., 2009; Valencia, 2010). Pero, además, se reconoce la necesidad de incorporar habilidades de comportamiento humano en la educación de la Ingeniería con el fin de obtener una educación balanceada entre atributos técnicos y no técnicos (Hsu, 2004; Cordoba, 2007).

Según el Consejo para la Acreditación para Ingeniería y Tecnología (ABET), en el mercado de trabajo ahora se espera que los ingenieros sean capaces de comunicarse, interactuar y trabajar con gente de diferente formación; que sean capaces de transformarse en líderes, si la situación es adecuada; que sean éticos y que se conduzcan efectivamente en los ambientes profesionales. Por ello, propone que las siguientes habilidades de comportamiento humano sean necesarias para que los nuevos ingenieros se desenvuelvan mejor en su trabajo: habilidades de comunicación, trabajo en equipo, negociación, relaciones interpersonales, administración, ética, aprendizaje de por vida, inteligencia emocional y creatividad (ABET, 2004; Selinger, 2003; Hissey, 2000; Nguyen, 1998).

Estas habilidades son la creatividad, la capacidad de solucionar problemas, el orden, la perseverancia, la capacidad de conectar ideas o hechos, la pasión por transformar el mundo, la capacidad para trabajar en equipo y la orientación al servicio (Kato, G. 2020).

De igual manera, el Instituto de Calidad y Acreditación de Programas de Computación, Ingeniería y Tecnología en Ingeniería (Icacit) propone en sus denominados “criterios” un enfoque para la formación de los ingenieros que incluye el trabajo individual y en equipo, la comunicación, el aprendizaje permanente, la visión global y la capacidad de contextualizar la solución de los problemas respecto a la sociedad y el medioambiente.

Finalmente, algunos aspectos a considerar en la formación de los ingenieros es la vocación innovadora y emprendedora, lo cual contribuye con el desarrollo de nuevas tecnologías limpias, apropiadas y que generen empresas sustentables para mejorar el bienestar de la sociedad (Vega – Gonzalez, L. 2012). De igual manera, los alumnos de Ingeniería deben entender que el aprendizaje es permanente, que su formación trasciende las aulas y que sus retos siempre serán transformar el mundo.

Fuentes de investigación

https://www.lis-solutions.es/blog/que-es-la-industria-4-0/ https://rosanarosas.com/transformacion-digital-empresas/

Escrito por:

Javier Hugo Moran Ruiz
Decano de la Facultad de Ingeniería de la USIL.