El fin es producir diagnósticos y propuestas de planeamiento integral, habilitación urbana y equipamientos para aprovechar fortalezas y oportunidades.
A fin impulsar el desarrollo y la productividad de Querecotillo (Piura) y Ninacaca (Pasco), alumnos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad San Ignacio de Loyola vienen desarrollando proyectos para mejorar su relación con el territorio, sus espacios urbanos y equipamientos.
“El objetivo es producir diagnósticos y propuestas de planeamiento integral, habilitación urbana y equipamientos con el fin de aprovechar fortalezas y oportunidades en estas zonas del país”, señala Jean Paul Kaiser Salas, director de la Carrera de Arquitectura, Urbanismo y Territorio de la USIL.
Al mismo tiempo, se busca “mitigar debilidades, amenazas y riesgos en cada espacio territorial”.
El diseño de Querecotillo lo realizan 44 alumnos y el de Ninacaca 27. Todos ellos son alumnos de los talleres de Diseño VI (Urbanismo) y Diseño VII (Territorios) y trabajarán en estos espacios territoriales durante el 2023.
A través del trabajo sobre espacios reales, el director Kaiser señala que la universidad busca enriquecer la formación de los alumnos y, al mismo tiempo, realizar un aporte desde la academia que pueda ayudar a dirigir el desarrollo de estos territorios e incrementar su calidad de vida.
De igual forma, los docentes que guían estos talleres son plenamente conscientes del valor académico que surge de trabajar sobre realidades concretas, que sirven de laboratorio para aplicar los conceptos teóricos.
El profesor Juan José Alcázar Flores señaló que “el acercamiento con una realidad permite que el estudiante ponga todas sus capacidades en acción para comenzar a innovar y a producir mejores ciudades”.
Asimismo, la profesora Solangel Fernández Huanqui comentó que existe una constante coordinación con las autoridades de ambos gobiernos locales y que los alumnos están desarrollando la propuesta de planificación urbana e identificando cuáles son las necesidades para atender y que se van a traducir en proyectos, equipamiento y servicios a implementar en cada zona.
“El centro poblado Cabo Verde (Querecotillo) tiene muchas posibilidades de repotenciar su comercio, turismo, educación y, sobre todo, su producción agrícola, la cual puede ser transformada para darle valor agregado y mejorar su precio de venta”, comenta la alumna Grecia Barrón Ibarra.
“Ubicarlos correctamente, con una planificación adecuada, beneficiará a la población”, agrega su compañero Jairo Seminario Pintado, quien también afirma que esta experiencia les ayuda a construir una metodología de trabajo.
En este momento los alumnos realizan trabajo de gabinete. El trabajo de campo iniciará en julio y será financiado con recursos de la facultad y apoyo logístico de las autoridades locales.
El diseño de Querecotillo lo realizan 44 alumnos y el de Ninacaca 27.
Zona de impacto
Querecotillo (Sullana, Piura) está ubicado en el valle del río Chira y tiene una fuerte vocación de producción agrícola para exportación (banano orgánico). Además, es una zona muy vulnerable ante desastres climático que comprometen su producción y la calidad de vida de la población.
Ninacaca (Ninacaca, Pasco) es un centro poblado de alto valor histórico (su iglesia es uno de los ejemplares más antiguos de arquitectura colonial que aún permanecen en pie) y uno de los posibles lugares de reasentamiento de la ciudad de Cerro de Pasco.
Cabe destacar que la ejecución de estos trabajos se realiza a solicitud de las comunidades.
Los docentes que guían estos talleres son plenamente conscientes del valor académico que surge de trabajar sobre realidades concretas.
Ordenamiento y planificación territorial
El ordenamiento territorial es un proceso vital que debe anteceder al planeamiento y diseño urbano. Es importante porque determina el rol y la vocación de cada territorio en base a sus características con el fin de generar productividad y desarrollo humano.
El Perú es un país altamente centralizado y lamentablemente a partir de la segunda mitad del siglo XX las ciudades se han expandido agresivamente y de manera informal. Ello evita el desarrollo humano equitativo en nuestro territorio.
El conocimiento y aprovechamiento del territorio es inherente a la planificación. Una ciudad planificada aprovecha las oportunidades y maximiza el desarrollo. Por otro lado, el crecimiento urbano informal hace lo opuesto: minimiza el desarrollo y maximiza la pobreza y los riesgos.
