El decano de Arquitectura de la USIL advierte que el país requiere integrar mar, costa, sierra y Amazonia para dinamizar la economía y ordenar el crecimiento urbano.

USIL La falta de planificación territorial frena el desarrollo del país

El Perú enfrenta un desafío estructural que implica planificar su territorio con visión ética y técnica para generar valor cultural, social y económico, advirtió el arquitecto Miguel Romero Sotelo, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad San Ignacio de Loyola.

Romero propone una gobernanza territorial que abarque de forma transversal el mar, la costa, la sierra y la Amazonia, conectando las cuencas del Pacífico y el Atlántico.

Esta integración, sostuvo, permitiría dinamizar la economía, diversificar la oferta productiva y abrir nuevas rutas hacia mercados como Estados Unidos, China y Sudamérica.

Sin embargo, para alcanzar ese objetivo requiere ordenar el crecimiento urbano. Actualmente, cerca del 80 % de las ciudades han crecido por invasiones, lo que retrasa el acceso a servicios básicos hasta por 14 años.

Uno de los principales obstáculos, explicó el decano, es la fragmentación del Estado. “Tenemos 24 regiones y más de 1800 municipios. Esta fragmentación dificulta la ejecución eficaz del presupuesto”, señaló.

Frente a ese escenario, Romero sostiene que es urgente planificar el crecimiento urbano para aprovechar nuestras ventajas territoriales desde una visión integrada y sostenible.

En esa línea, la USIL busca formar arquitectos capaces de transformar la realidad desde la planificación y el diseño de ciudades sostenibles, añadió.

Su carrera de Arquitectura, Urbanismo y Territorio tiene un enfoque integral que combina teoría, práctica e innovación con visión global.

Como parte de esa estrategia, la universidad firmó en febrero un convenio con el Ministerio de Vivienda para fortalecer la formación académica y práctica en urbanismo, vivienda, movilidad, gestión de riesgos y planificación territorial.

Gracias a este acuerdo, los estudiantes podrán participar en proyectos piloto del ministerio, aplicando sus conocimientos en contextos reales.

Romero también destacó el impacto de los programas de intercambio internacional, que permiten a los estudiantes conocer experiencias y soluciones urbanas aplicadas en otras regiones del mundo.

Actualmente, la carrera de Arquitectura de la USIL registra un 92 % de empleabilidad entre sus egresados, indicador que respalda la calidad de su formación académica.

Además, cuenta con acreditación de Sineace y ha logrado el cumplimiento pleno de los 34 estándares de calidad, consolidando su compromiso con la excelencia educativa.