El problema con las recaídas es que se puede agravar la situación clínica de los pacientes.
Uno de cada seis peruanos con enfermedades crónicas tuvo una recaída durante el peor momento de la pandemia —las últimas cuatro semanas del 2020—, reveló un estudio realizado por la Universidad San Ignacio de Loyola y otras universidades del Perú.
El 19.9 % de las personas con enfermedades crónicas que tuvieron su lugar de residencia en la región de la sierra manifestó haber tenido una recaída de su enfermedad. El porcentaje aumentó a 21.3 % para quienes dijeron residir en zonas rurales.
Las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, hipertensión, depresión y ansiedad, son responsables del 66 % de los años de vida saludable perdidos en el Perú (Minsa). Estas enfermedades pertenecen a un grupo de patologías a largo plazo resultantes de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades crónicas representan aproximadamente 41 millones de muertes en todo el mundo, lo que equivale al 70 % de todas las muertes anuales a nivel mundial.
Barreras de acceso a servicios de salud se acentuaron
El estudio confirma que las barreras en el acceso a los servicios de salud se acentuaron con la pandemia.
Adicionalmente, se evidencian otras barreras en el sistema de salud peruano, como el acceso, la infraestructura, la provisión de medicamentos y las barreras culturales a nivel personal.
Cabe precisar que durante la etapa de covid-19 se limitaron los accesos a los servicios de salud en diferentes niveles de atención, sobre todo el primer año (2020), lo cual repercutió de forma negativa en las enfermedades crónicas.
El estudio señala que las recaídas pueden generar deterioro funcional y comprometer el pronóstico de los pacientes con enfermedades crónicas, por lo que se considera necesario formular e implementar medidas de salud pública que aborden este problema.
El dato
Para este estudio se analizaron los datos de 38,662 personas que manifestaron padecen una enfermedad crónica en la Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza (ENAHO) 2020.
