Para reactivar la economía se necesita fortalecer el sistema de salud con una inversión pública no menor del 6% del PBI, con especial énfasis en la inversión en la atención primaria de salud, indicaron especialistas durante “I Congreso Internacional de Medicina: Lecciones aprendidas de la pandemia”, organizado por la carrera de Medicina Humana de la Universidad San Ignacio de Loyola.

Asimismo, sostuvieron que para resolver los problemas de salud se requieren profesionales con una sólida formación científica y social, centrada en la persona.

Por ello, recomendaron que la formación de los estudiantes de Medicina debe considerar que las nuevas tecnologías son un apoyo y no una amenaza a la práctica profesional.

Advirtieron que, a pesar de los avances de la vacunación en el mundo, la adaptación de nuestras necesidades a las múltiples restricciones y recomendaciones por parte de los gobiernos, la pandemia se niega a retroceder.

La Dra. María Saravia, directora de la carrera de Medicina de la USIL, explicó que el impacto sufrido por los sistemas de salud mundial dejó muchas lecciones que deben ser aprovechadas para prevenir otra crisis sanitaria, básicamente por déficit de recursos humanos e infraestructura, como la posible llegada de una tercera ola.

Al respecto, Nancy Zerpa, médica especialista en Salud Pública, recomendó volver a la atención en los centros de salud primario en la nueva normalidad, respetando las normas de convivencia y las medidas de bioseguridad. 

En otro momento, los especialistas recomendaron cambiar el estilo de vida y tener una alimentación balanceada para reforzar el sistema inmunológico, prevenir enfermedades y hacer frente a pandemias como la del Covid-19. También aconsejaron dormir bien, entre 7 a 8 horas diarias, mantenerse hidratado y controlar los niveles de estrés. 

El Dr. Federico Martínez, director del Health Medical Center de los EE. UU., señaló que las enfermedades crónicas como la presión alta, diabetes, problemas del corazón, cáncer y afecciones respiratorias crónicas, suponen un mayor riesgo de contraer el virus en un nivel más grave.

“Entre el 60 a 70% de la poblacion global tiene por lo menos una enfermedad crónica que los hace más vulnerables a tener un diagnostico médico severo. Asimismo, se estima que para el 2030 la mitad de la población mundial estará afectada por lo menos con una enfermedad crónica no trasmisible, como el caso del incremento de la diabetes en jóvenes, que subió de 9 a 23% en los últimos 8 años”, agregó.

Por ello, sostuvo que la medicina sufrirá cambios sustantivos con la llegada de la telemedicina, con nuevos modelos de atención médica y nuevos profesionales orientados a brindar un enfoque más preventivo de la salud, como la medicina funcional orientada a optimizar los sistemas operativos del cuerpo.

Al finalizar, la Dra. María Saravia, comentó que un gran aporte a la Salud Pública se dio a inicios de la pandemia, en una etapa crítica de nuestro país por el gran desabastecimiento del oxígeno, donde la Facultad de Medicina Humana en coordinación con la Facultad de Ingeniería implementaron un programa de oxigenación prehospitalario para pacientes en fase inicial de la enfermedad. 

El diseño se llamó Centro de Atención Temporal de Oxigenación (CAT-O2) y se presentó a través de la iniciativa solidaria Respira Perú, ha logrado salvar muchas vidas. Hoy tenemos centros de oxigenación temprana funcionando en Arequipa, Ate Vitarte, Rímac, Cieneguilla y San Juan de Miraflores.

El dato:
Perú es uno de los países más afectados por el Covid-19, con la mayor tasa de mortalidad en el mundo, lo que generó una crisis social, económica y global.