La obra plantea una visión integral para convertir la Amazonía en un eje estratégico, impulsando sostenibilidad, competitividad y mejor aprovechamiento de su biodiversidad.
La Universidad San Ignacio de Loyola presentó El despertar de la Amazonía, de Javier Edmundo Reátegui Rosselló, una obra que examina los desafíos estructurales de la región y propone un cambio de modelo para impulsar un desarrollo sostenible e inclusivo.
El autor advierte que la Amazonía, que abarca el 60 % del territorio nacional, sigue tratada como una periferia desatendida. Por ello, plantea una visión integral que articule educación, infraestructura, competitividad y sostenibilidad ambiental para convertir su potencial en bienestar real para sus habitantes.
Reátegui sostiene que las políticas centradas en la represión del narcotráfico han sido insuficientes, por lo que propone avanzar hacia cultivos alternativos, innovación tecnológica y cadenas productivas que reduzcan la dependencia de actividades ilícitas.
El autor remarca que la Amazonía debe dejar de ser un territorio aislado y convertirse en un eje estratégico del país, superando la histórica desconexión que limita su desarrollo.
Raúl Diez Canseco Terry, fundador presidente de la Corporación Educativa USIL, afirmó que la Amazonía “no puede seguir siendo vista como una zona marginal” y recordó que obras como la carretera Marginal de la Selva transformaron economías locales, especialmente en San Martín.
También subrayó la necesidad de retomar la visión integradora del expresidente Fernando Belaunde y fortalecer la infraestructura que hoy presenta tramos abandonados.
Asimismo, alertó que la minería ilegal, la deforestación y la falta de servicios básicos frenan el desarrollo, pese al enorme potencial productivo y logístico de la región.
Diez Canseco sostuvo que el país enfrenta una oportunidad decisiva para estabilizar su economía, atraer inversiones y avanzar en proyectos estratégicos como los corredores bioceánicos y nuevos puertos.
Afirmó que estos esfuerzos permitirían conectar al Perú con mercados globales y mejorar la competitividad de los productos amazónicos.
En la misma línea, Luciana de la Fuente, presidenta ejecutiva de la Corporación Educativa USIL, resaltó el valor nutricional y cosmético de los insumos amazónicos. Recordó que Brasil exporta miles de millones en derivados de su Amazonía, mientras que el Perú aprovecha solo una fracción de su biodiversidad.
De la Fuente explicó que investigaciones recientes de la USIL evidencian el potencial de frutos como el super sacha inchi y el camu camu, cuyos aceites y extractos pueden dinamizar la industria cosmética y nutracéutica.
Sin embargo, señaló que consolidar estas cadenas exige inversión, innovación y políticas públicas que prioricen la investigación aplicada.
La presidenta de Sanipes, Mónica Saavedra, remarcó la necesidad de fortalecer el control ambiental y sanitario en la región. Advirtió que la contaminación de ríos, la tala ilegal y la expansión de actividades informales amenazan ecosistemas frágiles y afectan la seguridad alimentaria de las comunidades.
Además, subrayó que garantizar prácticas responsables en pesca y acuicultura es clave para proteger la biodiversidad y asegurar una actividad productiva sostenible a largo plazo.
Adine Gavazzi, representante de la Cátedra Unesco en Antropología de la Salud, Biósfera y Sistemas de Curación de la Universidad de Génova, destacó que el libro reconoce la profundidad y vitalidad cultural y natural de esta región.
Explicó que desde la Cátedra Unesco se ha contribuido a la investigación que sustenta esta obra, guiada por el propósito común de valorar los saberes ancestrales y promover la conservación del patrimonio amazónico como fuente de conocimiento y desarrollo.
Finalmente, los panelistas coincidieron en que cerrar brechas en educación, salud, infraestructura y desarrollo productivo es esencial para construir un modelo que combine crecimiento económico, inclusión social y respeto por los ecosistemas.