Angela Soriano es egresada de la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad San Ignacio de Loyola. Es magíster en Clima y Sociedad por la Universidad de Columbia de Estados Unidos, se desempeña como especialista en cambio climático en el Banco Mundial en Washington y es fellow en el Centro de Clima y Seguridad en Estados Unidos. Igualmente, es mentora en el Lead for Sustainability Mentorship Programme del Global Shapers Community de la Universidad de Oxford y el World Economic Forum.

¿Qué tal la experiencia de trabajar en el Banco Mundial?

Bastante enriquecedora y desafiante. Definitivamente, me ha permitido conocer otras perspectivas, no solo en relación con las personas, sino en términos de desarrollo. También me ha dado un panorama global de los problemas que enfrentan las sociedades. Asimismo, trabajar con personas con perfil técnico me exige estar al día en estudios científicos sobre la sociedad y la economía.

¿Cuáles funciones desempeñas?

Trabajo en varios proyectos vinculados a la relación que existe entre desarrollo y cambio climático. Una de mis funciones es asesorar los proyectos del sudeste asiático y las islas del Pacífico, para que incorporen actividades de mitigación y adaptación al cambio climático. También llevo a cabo actividades analíticas para el desarrollo de estrategias de cambio climático e, igualmente, trabajo en el desarrollo de tres reportes de país (Nepal, Mozambique y Jamaica).

¿Cómo cambió tu vida la pandemia?

El banco es bastante flexible respecto a la ubicación geográfica donde quieras trabajar, así que, en ese sentido, desde antes de que inicie la pandemia, trabajaba desde mi casa, en Washington. Actualmente, vivo en Lima. Sin embargo, mi cargo también me exigía viajar constantemente para ver cómo las comunidades se benefician con los préstamos del banco o notar las limitaciones que se presentaban. Debido a la pandemia, esas misiones se paralizaron.

¿Qué te animó a estudiar Relaciones Internacionales?

Siempre me ha interesado conocer cuáles eran los conflictos de los países, el rol de influencia que ejercían en política, además, me gustaba la historia y viajar, así que esta carrera me permite hacer eso. Es bastante amplia y me da la oportunidad de enfocarme en varios temas como económicos, de género, de cambio climático. Esa posibilidad de especializarme me llamó la atención y eso fue lo que me llevó a seguir esta carrera.

¿Cuáles cualidades viste en la USIL para elegirla tu universidad para pregrado?

Me entusiasmó la malla curricular. Cuando decidí estudiar, había muchos cursos de historia de África, Medio Oriente, Norteamérica. Luego, había cursos de Seguridad internacional, algo que me apasionaba. Otro aspecto que fue relevante es el hecho de que ofrecían cursos en inglés.

¿Cuáles herramientas te dio la USIL para ejercer tu profesión?

Me brindó la perspectiva global. Además, los intercambios -a los que se aplica con bastante facilidad- hacía que tuviéramos bastantes alumnos de otros países. Eso me permitió adaptarme a otras visiones e ideas, lo cual es fundamental para mi trabajo, ya que me relaciono con bastantes personas del mundo. Por otro lado, los profesores son bastante apasionados con lo que hacen, así que también me inspiraban a continuar conociendo lo que sucedía en el mundo.

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