Actualmente vivimos la pandemia de SARS COVID-19, un síndrome respiratorio agudo severo que viene ocasionando miles de muertes en el mundo. Sin embargo, muchos médicos expertos indican que la evolución no tendrá su punto más alto hasta algunos meses más, y eso, si ese Estado – nación tomó las mejores medidas preventivas o de contención desde el punto de vista epidemiológico, médico y social.

Ahora bien, ¿cuál es el nexo entre el COVID-19 y las relaciones internacionales? Las medidas de aislamiento social establecidas por los gobiernos para contener la mencionada pandemia han cortado muchas cadenas productivas, ha causado la ruptura en la cadena de pagos y la paralización económica. Asimismo, los lazos cooperativos no se han puesto en marcha de manera oportuna.

Entonces, ¿cómo podemos hablar de relaciones internacionales si no existe cooperación ni conflicto, ya que es un mundo paralizado, sobre todo, en el sector productivo?

El 27 de marzo, la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos votó aplicar, a modo de benchmarking en un care act, lo que hizo su homólogo británico, el primer ministro Boris Johnson, quien tomó con el apoyo de Dyson, Airbus, Mclarene la decisión de fabricar 10 000 ventiladores.

Entonces, para poder cooperar debemos resolver los problemas internos. Desde el punto vista doméstico, se genera escasez de insumos médicos y equipamiento médico con una industria paralizada y con fronteras cerradas. Se podría convocar a la Sociedad Nacional de Industrias y pedir en ambientes sanos a productores nacionales la confección de equipo de protección personal, como mascarillas, mandiles, gorros, etc.

Además, un ambicioso proyecto podría contemplar la unión mediante la cooperación de empresas grandes, medianas y pequeñas, en la construcción de ventiladores mecánicos y otros equipos médicos. Las empresas más grandes como Ford, 3M, y diversas compañías médicas enlazarían esfuerzos para la construcción; mientras las MYPE para su distribución y logística, como ya lo hicieron Gran Bretaña y Estados Unidos.

En este orden de ideas, esta pandemia nos enseña que no estamos preparados aún para usar todos los recursos, instrumentos y fortalezas de la cooperación internacional para poder asistir a la emergencia sanitaria de nuestra población.

Fuentes de investigación

Escrito por:

Daniel Pérez Benazar
Bachiller en Relaciones Internacionales con mención en Responsabilidad Social por la Universidad San Ignacio de Loyola. Asesor comercial en ONE SAC.