¿Cómo será la vida luego del coronavirus? Es la gran interrogante que nos hacemos en tiempos de pandemia. Muchos sienten incertidumbre por no saber qué pasará en el futuro; otros, miedo de salir a esta nueva normalidad; y el resto, simplemente quiere aprovechar este tiempo de pausa en sus vidas para reinventarse.

Antes de entrar en cuarentena, vivíamos en un mundo lleno de contrastes: por un lado, desigualdades, pobreza, falta de empatía, contaminación, mares repletos de plástico y animales muertos por comer nuestros desechos; y por el otro, abundancias y maravillas. La naturaleza ya no tenía vida, los animales ya no podían pasear libremente porque nosotros nos apoderamos de su hábitat, arrebatándoles lo único que conocían como hogar. Es increíble afirmar esto, pero gracias al virus y a la cuarentena mundial, la naturaleza, las aves y los delfines volvieron a la vida, los ríos y los mares del mundo se limpiaron y los animales, que se creían extintos, aparecieron tímidamente ante el asombro del mundo. ¿Qué pasara después?

Hoy en día hemos tenido que aprender a convivir con un virus que poco a poco está acabando con miles de vidas alrededor del mundo. Por ello, cada Gobierno ha tomado medidas para ayudar a su población a enfrentar esta pandemia. Nos quedamos en casa confinados por más de dos meses y medio con miedo e incertidumbre del futuro.

Nuestra vida ha dado un giro de 180 grados de un día para otro, la economía paró, pero no todo fue malo, ya que las familias se volvieron a unir. Los niños y los jóvenes, que atrapados por sus teléfonos celulares no compartían con su familia, comenzaron a hacerlo contándoles a sus padres sobre sus temores y anhelos. La gente recordó el sonreír con cosas simples y nos volvimos solidarios con las personas que más lo necesitan en estos momentos. Pero ¿por qué se necesitó del virus para acercar a la gente y ver el daño que le hacíamos al mundo? Tal vez, solo tal vez, porque necesitábamos enfermarnos para empezar a sentirnos mejor. Hoy necesitamos contagiarnos del virus de la solidaridad y de la caridad. Solo así juntos saldremos adelante.

Escrito por:

Silvia Natalí Zubieta Mejía
Estudiante de la carrera de Relaciones internacionales de USIL. Es voluntaria en la ONG Juguete Pendiente desde el 2016. Creadora del blog “Al estilo Nati”, donde trata temas de impacto social.