Desde que empezó la cuarentena en nuestro país, toda la actividad económica también entró inevitablemente en contracción. Todo proyecto de cualquier naturaleza, si ya estaba encaminado, debía terminarse ya mismo y, si recién empezaba, debía de ser reestructurado o, en todo caso, recortado. Pero lo más difícil fue aceptar que otros simplemente se pararon y, con el correr de los días, uno recibía la noticia de que el trabajo había sido suspendido sin fecha segura de retomarlo.
Como diseñador, siempre he tenido la necesidad de luchar y educar al mercado sobre la importancia de contar con un profesional del diseño que pueda resolver los problemas de comunicación visual de cualquier empresa, negocio o proyecto. Teniendo el compromiso de formar diseñadores profesionales, ante todo humanos socialmente responsables, considero que nuestro trabajo se debe de respetar, pero, sobre todo, hacernos respetar como personas.
Lo primero que hacen algunas empresas es cortar todo lo que tenga que ver con diseño, comunicación, publicidad, entre otros. Son las áreas sensibles que siempre sufren en cualquier momento de crisis, y en esta oportunidad no ha sido distinto. Pero a lo largo de estos días hemos visto cómo un “nuevo orden” se establece y, con ello, se asoma una nueva oportunidad para todos los diseñadores. Aparecen puertas diferentes que se deben tocar e insistir para que se abran, porque somos creativos e innovadores, pero, sobre todo, perseverantes.
Nuevas necesidades han surgido con un nuevo mercado, al cual debemos de hacerlo nuestro y educarlo desde ya. Esas puertas se presentan una sola vez y nadie las abrirá por nosotros. Somos los responsables de ello, de aceptar que esta es una pausa, no un estado eterno. Es momento de reinventarnos en el amplio sentido creativo e innovador de la palabra y no olvidar el contexto en el que estamos inmersos. Es el tiempo de la COVID-19, en donde nuestro país está siendo sumamente golpeado, donde, según cifras oficiales del Ministerio de Salud, ya son más de 4 300 peruanos los que han perdido la vida hasta el momento en todo el país.
Por ello, cuando hablamos de reinventarnos, de salir adelante, de tener esperanza, debemos de ser sensibles y solidarios, no crear realidades paralelas o desconocer que aún hay brechas que debemos de superar. La realidad está más allá de la creada en Facebook, Instagram o TikTok. Considero que, para un diseñador, reinventarse no es crear páginas web o aplicaciones de reparto a domicilio. Es hacer esfuerzos en la búsqueda de soluciones a los diversos problemas que ahora, más que nunca, se evidencian. Es entrar sin temor y de lleno a la creación de proyectos que nos permitan poder ser un país unido, solidario, responsable. No olvidemos que la esencia del diseñador es tener la capacidad de buscar soluciones. Ese es nuestro trabajo, porque desde el diseño el mundo es más optimista.
Fuentes de investigación
https://covid19.minsa.gob.pe/