Sin lugar a duda, el arte y la música deben ser accesible para todos. Es un derecho que debe ser integrado de manera imprescindible en nuestro sistema educativo.
La música nos humaniza, nos pone en contacto con nuestras emociones y con la de los demás, nos da la oportunidad de crear, compartir, generar vínculos y experiencias. En esta coyuntura, especialmente, la música debe tener la importancia para ayudarnos a conectar con nosotros mismos, con nuestro espíritu y con el de la sociedad.
En esta situación global requerimos mayor imaginación, emoción y felicidad. Debemos fomentar la creatividad, permitirnos que la música ingrese en nosotros. Es el momento de poder aprender las diversas materias tradicionales con música, ello nos ayudaría a integrar los aprendizajes y ver el mundo de una manera más humana.
La neurociencia, psicología y pedagogía actual recomiendan que los alumnos no estén todo el tiempo en los dispositivos electrónicos. Sin embargo, el tener la oportunidad de dosificar el tiempo e incorporar el arte y la música en las materias propicia el desarrollo de nuevas competencias.
Utilizar más la abstracción, la creatividad y el desarrollo motriz con la música es sumamente importante en esta nueva etapa en la humanidad. Es despertar la curiosidad en la música, no solo para apreciarla, sino para entenderla, escucharla, interpretarla y amarla.
Fuentes de investigación:
- http://repositorio.usil.edu.pe/handle/USIL/8825
- https://aprendemosjuntos.elpais.com/especial/que-es-la-neuroeducacion-francisco-mora/
- https://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/conozca-el-impacto-de-covid-19-en-las-empresas-y-los-consumidores-en-latina
- Turner, L. y Pita, B. (2013). Pedagogía de la Ternura. La Habana: Pueblo y Educación